“Con mis manos no sólo construí casas y obras, sino que también construí un mejor futuro mis hijos”.
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Desde hace más de 40 años, don Agustín Servín se ha dedicado al oficio de albañil y durante ese tiempo ha sido parte de grandes construcciones que han beneficiado a miles de guanajuatenses y sus familias.
Y es que la albañilería es uno de los oficios que conlleva un riesgo mayor y horas de trabajo bajo las inclemencias del clima, además de que a diario trabajan arduas horas para llevar sustento a sus casas, poniendo incluso en riesgo su vida.
Ese es el caso de Agustín Servín, quien desde los 20 años tomó como principal fuente de empleo la albañilería y que con más de 40 años en esta profesión le ha permitido construir con sus propias manos un mejor futuro para su familia.
“Desde que tengo 20 año estoy aquí (en la albañilería), empecé como chalan y al paso del tiempo fui ganando más experiencia hasta quedarme aquí”, narró.
En entrevista, contó sin duda la construcción es una de los oficios que más satisfacción le puede dejar a una persona, pues para don Agustín es como hacer una obra de arte a gran escala y que incluso podría subsistir durante años.
“En mis más de 40 años dedicándome a esto, he hecho de todo: casas, calles, en algún momento hice escuelas y eso es lo más bonito, que haces algo que queda para siempre, que a lo mejor en un tiempo alguien de mi familia va a poder pasar por aquí y va a decir, 'don Agustín lo hizo'”, contó.
Sin embargo, reconoció entre las cosas bonitas que tiene la construcción, también hay otras situaciones con las que tiene que convivir un trabajador de la construcción, como lo son los bajos sueldos, horarios extraordinarios, altas temperaturas y el constante riesgo con los que se enfrentan a diario con el uso de materiales tóxicos, cables de electricidad o colapsos de estructuras, situaciones que ponen en riesgo la vida de aquellos que se dedican a la construcción.
“Ahorita estamos trabajando bajo el mero rayo del sol, tenemos que andar bien cubiertos, con gorras y chamarras que a veces hacen el trabajo más pesado, o hay ocasiones en los que tenemos que trabajar a mucha altura o cerca de los cables de alta tensión o infinidad de cosas que se viven en este trabajo”.
Agustín Servín es uno de los miles de irapuatenses que desempeñan este trabajo en el municipio, y que sin duda, gracias a su trabajo hay un Irapuato más bonito y que este tres de mayo festejarán el Día de la Santa Cruz.