A un año de su fallecimiento, el legado de Salvador Almaraz López sigue vigente, sobre todo con la salida a luz de obras inéditas y que fueron regalos que hizo a sus amistades, bocetos que dejó guardados y obras que sólo él sabía que existían y que fueron descubiertas.
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Ivonne Almaraz Moreno, hija del artista, recordó lo dicho por el maestro, quien decía que antes de llevar las obras a gran formato debía tener primero un boceto, pero todos tenían que estar perfectamente detallados y así, muchas de las obras inéditas y que ahora salieron a la luz fueron llevadas a cabo en distintos formatos y técnicas, otras nunca llegaron a cuadros o murales.
“Él siempre dijo que si iba a hacer algo, lo tenía que hacer bien, la inspiración llegaba de cualquier forma y en cualquier momento”.
Historia, retratos y una percepción diferente de la realidad se fundieron en las obras del muralista, destacaron entre estas varias siluetas y cuerpos tanto femeninos como masculinos.
“Tienen referencias a Adán y Eva, siempre admiró mucho el cuerpo humano como la creación de Dios, en varios bocetos se pueden ver un hombre y una mujer, él decía que eran precisamente Adán y Eva, y de ahí veníamos todos, amaba los colores y formas, la geometría armónica es el estilo de algunos de estos”, señaló al referirse a una de las últimas obras del maestro Almaraz que plasmaba una pareja entre círculos de colores, esta fue realizada en el 2021.
TALENTO QUE FLORECIÓ EN LA NECESIDAD
Salvador Almaraz nació en 1930, fue el mayor de ocho hermanos, familiares siempre reconocieron su talento nato para dibujar el cual pudo crecer, aun en medio de la necesidad.
“Desde los 10 años él dibujaba lo que sea que veía, gallinas, animales, incluso nos dijo que se distraía de sus lecciones en la escuela por estar dibujando”.
Su mayor impulso era su padre, sin embargo este fallece en el año de 1945, cuando Almaraz tenía 14 años de edad, entonces quedó el a cargo de llevar el sustento para sus hermanos, lo cual logró a través de su talento.
En la exposición se encuentra uno de estos bocetos realizados en la adolescencia por Salvador Almaraz, eran realizados con tinta, en el mismo se puede visualizar una escena tropical, con una silueta de mujer, en esta técnica fueron realizados varias obras de las cuales hasta la fecha no se tiene rastro.
Y es que estas pinturas realizadas a los 14 años por el muralista eran vendidas a la maestra Juana Hidalgo, Ivonne mencionó que nunca las volvieron a ver y espera que aun existan y sean conservadas tal vez por familiares de la profesora.
ARTE ALREDEDOR DEL MUNDO
Salvador Almaraz realizó distintas obras en recorridos y caravanas que realizaba por el país, pero también existen algunas de otros países, tales como dos bocetos expuestos, estos fueron realizados a su paso por Río de Janeiro a donde acudió con otro pintor en una ocasión.
“Le gustaba pintar a la gente que veía cuando estaba allá en Río de Janeiro”.
Solo bastaba un lienzo para que el muralista dejara plasmado lo que sus ojos podían percibir en distintos contextos, desde la belleza femenina hasta representaciones de temas de actualidad.
Ese fue el caso de una de las obras realizadas en pequeño formato en el año 2020 donde se puede observar la figura de un arma, y de ella saliendo varias balas de las que cada una tiene la imagen de un diablo, esta obra fue realizada ante la creciente ola de asaltos que se registró en aquel tiempo.
“Nunca le gustaron las armas, él decía que eran las balas el diablo, la gente usaba armas y él decía que tenían el diablo adentro, se ve también el fantasma de la muerte, hasta abajo se aprecia el intenso rojo que representa la sangre de las vidas perdidas”.
Seres reales e imaginarios y algunos autorretratos se vieron a los ojos en la exposición, también un cuadro referente a la película Macario, realizado en el año 1987 y un boceto realizado para lo que inicialmente sería un mural en una cantina de la ciudad de Acapulco, este fue realizado cuando apenas tenía 23 años de edad, pero nunca pudo llegar al gran formato.
Y es que en su juventud trabajaba para una agencia de publicidad, en la que llegó a participar pintando los fondos y escenarios de películas en las que participó Tin Tan, Cantinflas, Tongolele, entre otros.
“Estas obras no las pudo firmar porque trabajaba para la agencia, pero fueron realizadas por él en su juventud”.
A un año de la muerte del muralista su presencia aún se siente, en cada espacio que fue testigo y partícipe de su arte, y en los muros del museo de la ciudad que lo vio crecer e irse, no sin antes dejar todo un legado para las y los irapuatenses.
Para quienes quieran conocer la obra inédita de Salvador Almaraz, en el museo que hoy lleva su nombre, ubicado en la calle Allende, están estas obras, las cuales permanecerán hasta el 17 de marzo y el acceso a esta exposición es gratuita.