Con el inicio de la cuaresma llegan tiempos de “vacas flacas” para los tablajeros de la localidad, durante esta época del año la venta de carne se disminuye casi en un 50 por ciento, aunque el déficit en la comercialización de productos cárnicos se arrastra desde inicios de año con la cuesta de enero y la escalada en pagos de impuestos.
“Ya está muy complicado, como viene la situación, la cuesta de enero y en seguida pago de tenencias, pago de prediales, pago de pagos y pues el ama de casa ya no tiene, se junta la cuaresma con todo ese carrito de pagos y si nos pega, la primera semana de cuaresma y la última semana es cuando más nos pega, algún 45 por ciento se caen las ventas”…
De acuerdo al padrón de tablajeros, son 190 las carnicerías que se encuentran en funcionamiento en la zona urbana de Salamanca, sin tomar en cuenta los puntos de venta de la zona rural que también resienten las bajas ventas durante los días que de acuerdo a la religión católica no se come carne.