Después de haber trabajado 24 años para la diócesis de Irapuato una empleada fue señalada por el presunto desfalco de 18 millones de pesos, en el período de 2012 a 2016; sin embargo, la imputada señaló el probable enriquecimiento ilícito de padres, ante desvíos de fondos de diezmo, rifas, así como donaciones para el seminario, con los que adquirieron propiedades a nombre propio y de terceros.
“Trabaje alrededor de 24 años para la iglesia católica, los últimos 13 años para la Diócesis de Irapuato, donde me desempeñé como contador público, todo empezó la rifa para lo del seminario del 2016 el Obispo José Jesús Martínez Zepeda con el padre José de Jesús Andrade Marmolejo y el padre Rubén Herrera Luna, decidieron que ese dinero no iba a entrar a la cuenta fiscal para ahorrarse el IVA, eran alrededor de nueve millones de pesos, que entran a una caja fuerte en la oficina del ecónomo de donde constantemente se sacaba dinero, el que tenía la llave era el padre Rubén ecónomo del seminario”, relató la ex contadora de la Diócesis.
Así mismo, Paloma N dio a conocer que tiempo después le fue entregada la llave de la caja para entregar dinero a otro sacerdote, quien al ingresar a esta se percató de la falta de dinero; “cuando abrimos la caja el padre Oziel se dio cuenta que la caja tenía un bajón considerable de dinero y dijo “pinche padre Rubén se está robando el dinero”, eso fue en agosto, septiembre y en octubre otra vez volvió a ir por dinero y otra vez la caja estaba revuelta, cuando ellos fueron en noviembre de 2016 abrieron la caja y tenían un estimado de que habría entre cuatro o cinco millones cuando habían 900 mil pesos, había un faltante de dos millones de pesos”, detalló.
De acuerdo a la imputada esta situación detonó que haya sido inculpada del supuesto desfalco de 18 millones de pesos de las cuentas de la Diócesis; no obstante, aclaró que esta suma en efecto fue retirada de las cuentas de la iglesia, pero con la autorización, firmas y destino a los sacerdotes, “el dinero se entregó a los padres, se tienen todos los papeles de esos retiros, pero me quieren hacer responsable de que se robo ese dinero, cuando ellos fueron los que hicieron uso de él, el detonante fue lo de a caja chica, como eso no lo pueden comprobar porque no se fiscalizó, me quieren hacer ver que yo me robe ese dinero y no es así”.
Ante ello, la imputada afirmó, se han violado sus derechos legales y humanos, donde la Diócesis de Irapuato haciendo uso de su poder e influencias que tiene con el Ministerio Público, “se ha negado hacer la investigación de los sacerdotes de nombres Monseñor José Gerardo Velázquez Solís, el presbítero Rubén Herrera Luna, Monseñor José Jesús Martínez Zepeda, los cuales se encuentran involucrados en el robo de 18 millones de pesos; a través de la unidad especializada en delitos patrimoniales bajo la carpeta expediente 65824/2016”.
La demanda Con fecha 20 de diciembre de 2016 Paloma fue denunciada penalmente ante la agencia del Ministerio Público por monseñor José Gerardo Velázquez Solís en su carácter de apoderado de la Diócesis de Irapuato, según lo acreditó con la escritura pública número 3969 de fecha 14 de diciembre de 2009 otorgada ante la fe del notario público número 37 de este partido judicial de Irapuato, Guanajuato.
Los desvíos Paloma mencionó que a través del recurso que se ingresaba a la caja chica que no se reportaba al fisco, los padres hacían diversos retiros a voluntad sin dar cuenta de en que se utilizaría, no obstante, dio a conocer que este era usado para adquirir propiedades dentro y fuera del estado, sin embargo, el Ministerio Público desestimó este señalamiento al indicar que la investigación a los bienes de los padres era un acto de molestia, a pesar de que las compras se hacían en efectivo y cuyos costos millonarios no corresponden al salario de un sacerdote que percibe alrededor de siete mil pesos mensuales.