Aunque inicialmente fueron tema de controversia y entre un sector de la ciudadanía todavía prevalece la idea de que no se les da el uso adecuado, las ciclovías ofrecen un trayecto seguro para las personas que utilizan la bicicleta como medio de transporte, además de que ofrecen un alternativa para disminuir el trafico de automóviles y la emanación de contaminantes a la atmósfera.
Las ciclovías son una red carriles alternos que permiten al ciclista trasladarse o recorrer la ciudad de un lado al otro en forma más rápida y segura, en México y otros países se manejan diferentes tipos de ciclovías.
De acuerdo a los reglamento de vialidad, para circular en una dirección se deben colocar topes a cada 3 metros a una distancia de 1.5 metros de la orilla derecha de la calle, en caso de que la circulación sea en doble sentido los topes deben estar de 2.5 a 3 metros de distancia.
En los camellones la infraestructura de las ciclovías debe incluir rampas en los cruceros y los ciclistas deben utilizar los mismos semáforos que los automovilistas. Otra modalidad de ciclovías establece que deben ser paralelas y separadas de las carreteras de acceso a las ciudades.
Algunas de las controversias que han surgido en torno a las ciclovías son la presencia de gente que las utiliza para correr y caminar, también ha causado malestar que en ocasiones son utilizadas por los motociclistas, sin embargo, son más las ventajas que ofrecen porque además de garantizar la seguridad de los ciclistas, detonan el desarrollo social y económico, propician la convivencia y favorecen la comunicación.
Por la actividad industrial que hay en Salamanca y sus alrededores, las ciclovías representan una importante alternativa para disminuir los índices de contaminación.