Me encontré a Luke Morley, el guitarrista del grupo inglés de rock heavy, Thunder, sentado en la oficina de su esposa, un poco incómodo por los posters de películas y series de televisión que había detrás, ya que ella trabaja como jefa de maquillaje en producción. Así que mi primera pregunta fue si ella estaba contenta sobre la vida glamorosa de una típica estrella de rock inglés, como él.
Luke: (ríe desaforado) ¡No lo creo! Mira, ella y yo nos conocemos desde hace más de 30 años, en realidad ella comenzó a cantar primero y fue por uno de sus conciertos como nos conocimos los miembros del grupo, así que de alguna forma no se puede quejar… ¡Aunque siempre se queja de todo!
¿Y cómo es la vida cotidiana entre ustedes?
Como tiene muy peculiares intereses siempre estamos platicando de muchos temas: Películas, canciones, grupos… Hay tanta comunicación, que seguramente ese es un factor para estar juntos después de tanto tiempo.
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Tu carrera con Thunder debe haber sido un gran recorrido, ya que están juntos desde los años ochenta.
Es algo curioso cuando te haces viejo, porque experimentas diferentes cosas y te importan más otros temas, pero para ser honesto contigo mi actitud hacia la música siempre ha sido la misma y me refiero al proceso de hacer música como individuo y como colectivo con la banda… Siempre sentimos un cierto compromiso con la música y por eso disfrutamos realmente tocar juntos como banda, como amigos, y creo que eso se proyecta en los discos, ya que no somos la clase de banda que siempre hace los mismos discos una y otra vez.
Este es su primer álbum doble, ¿eso fue como una especie de aire fresco para el grupo?
Exacto, aunque no lo planeamos así del todo porque por la pandemia tuvimos mucho más tiempo para concentrarnos en nuestro trabajo y por ejemplo yo tuve suficiente tiempo para componer y recomponer las canciones, ¡así que terminamos grabando 20! Ya en el proceso decidimos que 16 estaban muy decentes para formar un álbum doble y así lo dejamos, aunque creo que sorprendimos a la compañía de discos con ello.
Y en tu colección personal, ¿cuál seria tu disco doble preferido?
¡Ah! Me sorprendiste (piensa)... Pues en los primeros que puedo pensar son Physical Graffiti (Led Zeppelin), Quadrophenia (The Who) y The White Album (The Beatles), pero vaya pregunta… Es difícil decidirse, pero esos serían mis preferidos. Creo que para hacer un álbum doble tienes que tener suficientes canciones interesantes para que nadie se aburra y lo quite sin miramientos, porque significa también un recorrido con altas y bajas.
Lo curioso es que todos los que mencionaste son discos británicos.
Sí, aunque también adoro la música norteamericana, porque crecí con los discos de mis padres que ponían todo el tiempo buena música en la casa. Me encanta Dylan y sobre todo The Doobie Brothers y Steely Dan.
Aquí tengo que hacer una pausa porque realmente me sorprendió ver a este rockero inglés pararse frente a la cámara para presumir la típica playera de Walter Becker y Donald Fagen dibujados por Schulz, emulando a Shroeder y Lucy (completamente una anotación hiperfreak y nerd de los amantes de Steely Dan y Snoopy, del cual soy miembro irredento).
“No puedo pensar en algo a lo que me hubiera podido dedicar después de pasar toda mi adolescencia en conciertos de Thin Lizzy, UFO, Judas Priest y demás grupos que me importaban más que nada. Siempre la música fue más importante para mí y ahora tengo el privilegio de dedicarme a ella”, añade.
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¿Y cómo se puede ser fan de otros músicos y crear tu propio sonido?
La creatividad y la seguridad en ti mismo es la clave, porque disfruto escuchar a Joni Mitchell por ejemplo, que es una de mis escritoras favoritas de toda la vida, pero no compongo como ella, aunque lo quisiera, porque compongo alrededor de toda mi vida… Pero no sólo escucho heavy metal, porque además es muy repetitivo y necesito crecer con mis ídolos también para crear lo mío.
Dice que eso se convierte en una lucha constante porque su clase de música está muy orientada a los clichés, y hace el ademán de un riff típico de heavy metal en la guitarra.
“Pero por eso me fijo en las letras y en la melodía mucho más que en todo lo demás”.
Con más de 13 discos editados, la banda se ha convertido en una de las sorpresas británicas por la exposición en los medios tradicionales, desde una entrevista en el programa matutino más visto de la BBC, hasta reportajes en los periódicos que muestran a un grupo reencontrando la fama después de tanto tiempo.
¿Cuál es tu track favorito de Dopamine?
Uy, esa pregunta también es difícil... Formamos el disco así porque teníamos suficientes canciones y eso nos dio espacio para contar otras cosas como grupo, tanto instrumentalmente como en las letras. Además, curiosamente casi todas en sus últimos dos minutos traen un solo, ya sea de guitarra o de saxofón, y en el caso de la guitarra soy el único responsable de la firma de toda la rola. Para grabar siempre creí en mis instintos ante todo…
Bueno, componer y grabar canciones es completamente diferente a estar parado frente a miles de personas y transmitir algo.
Estás en lo correcto, es completamente diferente y eso hace que esta sea la mejor profesión del mundo para mí. Y es curioso, porque todas las bandas que mencionamos de los setentas no hacían un show espectacular, sino que sólo interpretaban las canciones lo mejor posible y eso cambió mi forma de verlo; así fue un concierto de Van Halen que abría a Black Sabbath en mi pueblo, cuando era adolescente… No había nada parecido a Eddie Van Halen, quien era entretenido y visualmente fantástico.
¿Cómo escribiste las letras de estas nuevas canciones?
Me sirvo de cualquier cosa que me haga sentido, desde la frase de un periódico o lo que me digan en la calle cuando compro naranjas. La vida diaria es para todos la fuente de nuestras narrativas, así que como compositor también tengo que hacerle caso a la vida diaria para darle la vuelta y crear historias que narren algo interesante. Pero sí me preguntas si tengo una formula no la tengo, porque cada vez que hago una canción creo que es algo increíble por la suerte de juntar todos los elementos en ese momento específico.
Y aunque nunca han venido a tocar a México, Luke me confiesa que estaría encantado de venir algún día para mostrarnos Dopamine, y yo creo que sería una muy buena oportunidad de ver en escena a unos amigos disfrutando serlo, pero también fans de sus ídolos, como muchos de nosotros. Al final la música nos une, como siempre.
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