/ viernes 11 de junio de 2021

Luis Fonsi hace música sin fronteras

En sus últimos trabajos, el puertorriqueño mezcla géneros e idiomas gracias a colaboraciones con artistas diversos

MADRID. Dice Luis Fonsi de sí mismo que es "muy pachanguero para hacer balada pura y demasiado romántico para los temas solo rítmicos", una filosofía que lo ha llevado al punto intermedio, a conectar "los cables de los estilos de diferente manera" y a convertir la música en un idioma común sin fronteras.

Es la fórmula que le ha llevado a mezclar bachata dominicana con reguetón en su última apuesta musical, el tema Bésame, junto al también puertorriqueño Myke Towers, y la que le condujo a entablar sinergias entre el mundo anglosajón y el latino con Justin Bieber, con Demi Lovato o, más recientemente, con Nicole Scherzinger.

"Y me encantaría trabajar con un grupo de K-pop, porque eso es lo que me gusta, salirme de mi zona de confort, mezclar estilos, colores, sabores... Eso es la música", suscribe este músico, que llegó a grabar una versión en mandarín de su éxito mundial Despacito.

Con la cercanía del verano, Luis Fonsi (San Juan, 1978) reivindica ahora en Bésame las ganas de "besar a la gente, de abrazarla y de bailar pegadito" en un contexto aún vigente de pandemia "y de celebrar eso que es tan importante para nosotros, especialmente para los latinos".

Agrega que "el mundo necesita bailar y alegría". El compositor e intérprete ha trabajado para ello con uno de los nombres punteros del urbano latino, Myke Towers, al que conoció en un ascensor durante los Premios Billboard, donde quedaron en trabajar juntos algún día.

La oportunidad se presentó con este tema. "Es una canción curiosa porque tiene mucha influencia de bachata, pero ninguno de los dos venimos de ahí. Es lo que demuestra que la música es universal y que, cuando se quiere, se habla el mismo idioma", opina.

"Nadie te puede decir que no puedes mezclar un riff de bachata con un beat de reguetón con un cantante pop, porque no hay reglas, y eso es lo que me encanta de mi trabajo".

Luis Fonsi afirma que no piensa en géneros, "sino en canciones y momentos". Pero, ¿qué le resulta más difícil: conseguir que la gente salte a la pista o conmover su corazón?

"Como compositor se me hace más fácil escribir baladas. Con una guitarra y una idea, puedo hacer cien baladas en una tarde, porque yo vengo de ahí. Pero sobre el escenario, me gusta cuando suenan los primeros compases de Échame la culpa o Despacito y la gente saca los teléfonos o se pone a bailar. Eso es mágico para un artista porque siente que ha conectado con el público", responde.

Ese gusto por el "sube y baja" de pulsaciones es lo que le lleva a definirse como un artista de discos, el formato en el que puede mostrar todo su abanico de posibilidades. El próximo, que tomará el relevo a VIDA (2019), verá la luz probablemente "a finales de este año".

"Está básicamente listo, con muchas sorpresas grabadas, y creo que va a ser muy especial, porque se hizo de una manera diferente en un momento diferente y eso va a estar reflejado en cada canción", anticipa.

Antes de eso, será coach del concurso de talentos La Voz en España, junto a Alejandro Sanz, Malú y Pablo Alborán, quien se estrena en esta posición.

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"Me encanta el formato y lo disfruto mucho. Me siento honrado de que me hayan abierto las puertas de nuevo, con tres grandes artistas y amigos, lo que facilita muchísimo el trabajo. Lo estoy pasando increíble", confirma.

Anuncia que en los próximos meses lanzará algunas de las colaboraciones que ha grabado, por lo que estará muy presente, antes de una gira internacional.

MADRID. Dice Luis Fonsi de sí mismo que es "muy pachanguero para hacer balada pura y demasiado romántico para los temas solo rítmicos", una filosofía que lo ha llevado al punto intermedio, a conectar "los cables de los estilos de diferente manera" y a convertir la música en un idioma común sin fronteras.

Es la fórmula que le ha llevado a mezclar bachata dominicana con reguetón en su última apuesta musical, el tema Bésame, junto al también puertorriqueño Myke Towers, y la que le condujo a entablar sinergias entre el mundo anglosajón y el latino con Justin Bieber, con Demi Lovato o, más recientemente, con Nicole Scherzinger.

"Y me encantaría trabajar con un grupo de K-pop, porque eso es lo que me gusta, salirme de mi zona de confort, mezclar estilos, colores, sabores... Eso es la música", suscribe este músico, que llegó a grabar una versión en mandarín de su éxito mundial Despacito.

Con la cercanía del verano, Luis Fonsi (San Juan, 1978) reivindica ahora en Bésame las ganas de "besar a la gente, de abrazarla y de bailar pegadito" en un contexto aún vigente de pandemia "y de celebrar eso que es tan importante para nosotros, especialmente para los latinos".

Agrega que "el mundo necesita bailar y alegría". El compositor e intérprete ha trabajado para ello con uno de los nombres punteros del urbano latino, Myke Towers, al que conoció en un ascensor durante los Premios Billboard, donde quedaron en trabajar juntos algún día.

La oportunidad se presentó con este tema. "Es una canción curiosa porque tiene mucha influencia de bachata, pero ninguno de los dos venimos de ahí. Es lo que demuestra que la música es universal y que, cuando se quiere, se habla el mismo idioma", opina.

"Nadie te puede decir que no puedes mezclar un riff de bachata con un beat de reguetón con un cantante pop, porque no hay reglas, y eso es lo que me encanta de mi trabajo".

Luis Fonsi afirma que no piensa en géneros, "sino en canciones y momentos". Pero, ¿qué le resulta más difícil: conseguir que la gente salte a la pista o conmover su corazón?

"Como compositor se me hace más fácil escribir baladas. Con una guitarra y una idea, puedo hacer cien baladas en una tarde, porque yo vengo de ahí. Pero sobre el escenario, me gusta cuando suenan los primeros compases de Échame la culpa o Despacito y la gente saca los teléfonos o se pone a bailar. Eso es mágico para un artista porque siente que ha conectado con el público", responde.

Ese gusto por el "sube y baja" de pulsaciones es lo que le lleva a definirse como un artista de discos, el formato en el que puede mostrar todo su abanico de posibilidades. El próximo, que tomará el relevo a VIDA (2019), verá la luz probablemente "a finales de este año".

"Está básicamente listo, con muchas sorpresas grabadas, y creo que va a ser muy especial, porque se hizo de una manera diferente en un momento diferente y eso va a estar reflejado en cada canción", anticipa.

Antes de eso, será coach del concurso de talentos La Voz en España, junto a Alejandro Sanz, Malú y Pablo Alborán, quien se estrena en esta posición.

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"Me encanta el formato y lo disfruto mucho. Me siento honrado de que me hayan abierto las puertas de nuevo, con tres grandes artistas y amigos, lo que facilita muchísimo el trabajo. Lo estoy pasando increíble", confirma.

Anuncia que en los próximos meses lanzará algunas de las colaboraciones que ha grabado, por lo que estará muy presente, antes de una gira internacional.

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