/ domingo 18 de diciembre de 2022

Aczino: para que me ganen, primero tengo que perder conmigo mismo

Aczino ganar por segundo año consecutivo la Red Bull Batalla Internacional, con lo que se convierte en tricampeón de estos encuentros

Para los que se acostumbran a ganar, los premios cambian de significado con el paso del tiempo. Aczino es el mejor rapero freestyle del mundo. Pocos en el mundo hispanohablante lo igualan o lo superan. Pero no por ello este hombre emergido de Ciudad Nezahualcóyotl se siente seguro. Aunque ahora es tricampeón de la Red Bull Batalla Internacional —campeonato que consiguió hace apenas unos días— está consciente que cualquier MC puede desbancarlo.

“Con el tiempo, los premios se vuelven una forma de mantenerse en pie. En mi caso, los premios ahora son un reto personal. Porque en realidad yo considero que me puede ganar cualquier rapero que esté en el nivel profesional. Sin embargo, para que ellos me puedan ganar, yo tengo, primero, que perder contra mí mismo. Primero tengo que fallar y desconcentrarme; sólo así podrán hacerme daño”, dice Aczino en entrevista con El Sol de México, a propósito del lanzamiento de Championships, su nuevo sencillo en el que colabora con su colega Yoiker.

A sus 31 años, Mauricio Hernández González —su nombre real— se siente seguro de su experiencia, fruto de muchos años de rapear, primero en su barrio, en sus tiempos libres, afuera de la secundaria. “Cuando empecé hacía graffiti y le daba a la patineta”, recuerda. “Me la pasaba en la calle, patinando y pintando. No era muy interesante mi vida en esos momentos. Pero de repente, entre exposiciones y concursos, descubrí el rap. Me llamaba mucho la atención que los raperos que conocí en verdad se parecían a los raperos de la tele”.

Cuando tuvo sus primeros contactos con el mundo del hip hop, Aczino pensó que eran artistas que tenían estudios de grabación y contratos millonarios con grandes disqueras. Pero descubrió que en realidad tenían un estudio casero y que incluso se grababan ellos mismos; entonces, algo cambió dentro de él.

“Una vez que me di cuenta que podía rapear, me preguntaba: ¿cómo puedo convertirme en rapero? Así fue como me animé, porque yo antes rapeaba en las calles, pero quería llegar al punto de decir que tenía una canción mía. Y cuando me di cuenta que podía grabar eso en mi propia casa, me volví loco”, afirma.

Al inicio de los 2000, lo que más escuchaba Aczino era rap de España: Nach, SFDK y ToteKing. “Aunque también escuchaba un poco rap mexicano, como El Diablo, que es como rap cholo, y a Bocafloja”.

➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo

Rapear requiere de una destreza mental que no es frecuente en todas las personas. No sólo es rimar: es dominar el tiempo mediante el ritmo y el lenguaje. Ese flow interno lo descubrió Aczino cuando escuchaba alguna canción de sus artistas favoritos y decía: “ahí no va esa palabra”, “ahí le sobra una palabra”, “ahí le falta algo”.

Sin embargo, dice, un don sin disciplina es inútil. Asegura que se necesita de una práctica constante para llegar a ser un buen MC. “Como en el deporte, en la escuela o en todo en la vida, se puede tener cualquiera de las dos cosas —don o disciplina— y llegar a ser muy bueno. Pero si llegas a tener ambas, es cuando logras alcanzar los más altos niveles, cuando tienes un don y lo potencias practicando. Eso hace que los mejores sean los mejores”.

Para los que se acostumbran a ganar, los premios cambian de significado con el paso del tiempo. Aczino es el mejor rapero freestyle del mundo. Pocos en el mundo hispanohablante lo igualan o lo superan. Pero no por ello este hombre emergido de Ciudad Nezahualcóyotl se siente seguro. Aunque ahora es tricampeón de la Red Bull Batalla Internacional —campeonato que consiguió hace apenas unos días— está consciente que cualquier MC puede desbancarlo.

“Con el tiempo, los premios se vuelven una forma de mantenerse en pie. En mi caso, los premios ahora son un reto personal. Porque en realidad yo considero que me puede ganar cualquier rapero que esté en el nivel profesional. Sin embargo, para que ellos me puedan ganar, yo tengo, primero, que perder contra mí mismo. Primero tengo que fallar y desconcentrarme; sólo así podrán hacerme daño”, dice Aczino en entrevista con El Sol de México, a propósito del lanzamiento de Championships, su nuevo sencillo en el que colabora con su colega Yoiker.

A sus 31 años, Mauricio Hernández González —su nombre real— se siente seguro de su experiencia, fruto de muchos años de rapear, primero en su barrio, en sus tiempos libres, afuera de la secundaria. “Cuando empecé hacía graffiti y le daba a la patineta”, recuerda. “Me la pasaba en la calle, patinando y pintando. No era muy interesante mi vida en esos momentos. Pero de repente, entre exposiciones y concursos, descubrí el rap. Me llamaba mucho la atención que los raperos que conocí en verdad se parecían a los raperos de la tele”.

Cuando tuvo sus primeros contactos con el mundo del hip hop, Aczino pensó que eran artistas que tenían estudios de grabación y contratos millonarios con grandes disqueras. Pero descubrió que en realidad tenían un estudio casero y que incluso se grababan ellos mismos; entonces, algo cambió dentro de él.

“Una vez que me di cuenta que podía rapear, me preguntaba: ¿cómo puedo convertirme en rapero? Así fue como me animé, porque yo antes rapeaba en las calles, pero quería llegar al punto de decir que tenía una canción mía. Y cuando me di cuenta que podía grabar eso en mi propia casa, me volví loco”, afirma.

Al inicio de los 2000, lo que más escuchaba Aczino era rap de España: Nach, SFDK y ToteKing. “Aunque también escuchaba un poco rap mexicano, como El Diablo, que es como rap cholo, y a Bocafloja”.

➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo

Rapear requiere de una destreza mental que no es frecuente en todas las personas. No sólo es rimar: es dominar el tiempo mediante el ritmo y el lenguaje. Ese flow interno lo descubrió Aczino cuando escuchaba alguna canción de sus artistas favoritos y decía: “ahí no va esa palabra”, “ahí le sobra una palabra”, “ahí le falta algo”.

Sin embargo, dice, un don sin disciplina es inútil. Asegura que se necesita de una práctica constante para llegar a ser un buen MC. “Como en el deporte, en la escuela o en todo en la vida, se puede tener cualquiera de las dos cosas —don o disciplina— y llegar a ser muy bueno. Pero si llegas a tener ambas, es cuando logras alcanzar los más altos niveles, cuando tienes un don y lo potencias practicando. Eso hace que los mejores sean los mejores”.

Local

¿Sabes qué día te tocan los barrios, en Irapuato? Aquí te decimos

una tradición que reúne a miles de familias en un ambiente de convivencia, diversión y calidez navideña en tierras irapuetenses

Local

Violencia e inseguridad afectan actividades de la Iglesia: Obispo

suspendieron las visitas casa por casa para predicar la palabra de Dios

Local

Proponen protocolo de la Asesoría Jurídica Estatal

Derivado del incremento al doble para el Fondo de Atención Integral a Víctimas