/ jueves 22 de agosto de 2019

Disruptores | Uber Eats: el coloso tiene hambre

La compañía especializada en entrega de comida tiene presencia en 40 ciudades del país, pero su objetivo es ampliar su cobertura a siete localidades más antes de que concluya este año

Pocas son las empresas que tienen una incidencia patente en la vida cotidiana de las ciudades. Uber es una de ellas, su nombre se ha convertido en verbo y sustantivo.

Cosa de todos los días es ya observar a motociclistas y ciclistas con sus mochilas enormes llevando comida, choferes estacionados a un lado del camino checando su celular en busca de nuevos viajes, a restaurantes abarrotados de repartidores esperando órdenes.

Y según cuenta José García-Pimentel, director general de Uber Eats para México, aún no hemos visto todo lo que esta megaempresa es capaz de hacer.

“(Los cambios que generamos en las ciudades) nunca los damos por hecho, lo que nos mantiene tan motivados y trabajando tanto es justamente porque creemos que parte de lo que Uber tiene que hacer para las ciudades en las que estamos es dar acceso a más oportunidades para quien quiera mejorar sus ganancias”.

Con presencia en 40 ciudades de México, Uber Eats es la plataforma de food delivery con la mayor cobertura territorial del país. Junto con empresas como Postmates, Rappi, SinDelantal, Uber Eats pelea un mercado que para 2021 se estima que alcanzará ventas por 15 mil millones de pesos en México, según la compañía de investigación Euromonitor.

La experiencia en Uber Eats abreva directamente del modelo popularizado por su empresa hermana Uber Movilidad y conecta a restaurantes, clientes y repartidores mediante su app.

Los usuarios, dependiendo de su ubicación, reciben recomendaciones de restaurantes cercanos y se envía la comida con un socio repartidor.

Según explica José, la principal diferencia de Uber Eats frente a sus competidores radica en el músculo tecnológico que ha desarrollado a partir de su experiencia previa en los viajes privados.

“Lo que heredamos de los modelos que nacieron antes de nosotros es toda la tecnología para que tú tengas tu Uber a un minuto de donde estás. Nosotros la utilizamos para elegir al socio repartidor que está más cercano al restaurante para que la comida llegue a ti de la forma más rápida y correcta.

“Se requieren años de inversión y años de desarrollo de tecnología para poder llegar al nivel que tenemos. Eso nos permite tener la plataforma con la mejor confiabilidad”, añade.

En esta carrera armamentista, la marca ha puesto las baterías hacia una rápida expansión territorial y la incorporación del mayor número de restaurantes posible para ofrecer la base más variada de opciones para los usuarios. A nivel global la plataforma contabiliza más de 220 mil.

“Lo que hemos aprendido es que la marca Uber en México tiene muy buen arraigo y en general a los mexicanos les gusta mucho. Esto al final del día ha sido una forma en la que nos hemos ido ganando la confianza al principio, pero después la mantienes con tu nivel de servicio.

“El voz a voz es como estos negocios crecieron cuando nacieron, a través de las referencias, tú lo probaste, le llamaste a un amigo y dijo 'oye, mira, está Uber Eats, inténtalo' y eso genera un ciclo virtuoso”.

COMIDA PARA EL GIGANTE

Uber Eats no fue el primero en el negocio del food delivery. Desde 2001 empresas como Just Eat, GrubHub o Delivery Hero ya habían incursionado en este mercado. al conectar a pequeños restaurantes y consumidores con la intermediación virtual en Inglaterra y Estados Unidos.

Bautizado en un inicio como Uber Fresh, esta división de Uber comenzó pruebas en 2014 en el Valle de Santa Mónica como una funcionalidad extra al servicio de taxis particulares. En su momento, el experimento se vio como un intento de la empresa de Garrett Camp y Travis Kalanick para diversificar su modelo de negocios y encontrar nuevas formas de monetizar el negocio de envíos y traslados bajo demanda.

“Nosotros estamos en una trayectoria como plataforma a ser la más importante de movilidad y eso incluye movilidad de personas y movilidad de alimentos y productos en general. Muy rápido entendimos que había una necesidad muy importante que era la de tener acceso rápido y eficiente a alimentos”, explica José.

“Cada vez hay menos tiempo, las personas están más ocupadas, los tiempos de traslado desde donde vivimos hasta donde trabajamos cada vez son más complicados. Hay una realidad en este mundo en que cada vez hay menos tiempo. Entonces, a través de soluciones de movilidad como Uber Eats, lo que estamos tratando de lograr es regresarle a los usuarios tiempo”, comenta.

Para 2016, la plataforma cambió su nombre por Uber Eats, lanzó su app propia y comenzó su expansión internacional, que incluyó a México. Al momento, la división de envíos de comida ya representa 20 por ciento del total de las ventas de Uber en el mundo.

Según el CEO global de Uber, Dara Khosrowshahi, para 2019 se estima que envíe 10 mil millones de dólares en comida en todo el mundo, 66 por ciento más que durante 2018.

José García-Pimentel, director de Uber Eats en México / Foto: Alejandro Aguilar

“Tenemos el privilegio de ser una de las líneas de negocio más importantes de Uber. Te diría que somos la apuesta más grande de la empresa durante este año, y hacia adelante en la capacidad de crecer y México está entre los 10 mercados más importantes del mundo.

“Para sorpresa de muchos, Uber Eats se ha convertido en el primer punto de contacto de una persona con Uber, te puedo hablar de algunas ciudades de la República Mexicana, Oaxaca, Veracruz, Cancún, donde no estaba el modelo de Uber Movilidad, pero Uber Eats llegó y la verdad nos ha ido muy bien en ese ecosistema donde no tenemos a nuestro negocio hermano y esto empieza a crear reconocimiento de marca, empieza a generar cierto apego”.

SOCIO DEL PEQUEÑO NEGOCIO

El modelo financiero de la plataforma consiste en que con cada envío se hace un cargo al usuario para la paga del repartidor. Al mismo tiempo Uber cobra un máximo de comisión de 30 por ciento a los restaurantes, según sea el caso.

Éste ha sido criticado por el posible impacto que tiene en los márgenes de rentabilidad de los negocios, especialmente en los medianos y pequeños.

Al respecto, José responde que los beneficios para los restauranteros sobrepasan a los contratiempos, pues lo que pueden perder de ganancia en las compras de ocasión lo ganan en nuevos clientes, visibilidad y modernización tecnológica.

“Nosotros lo que hacemos es darles acceso a ventas incrementales, y lo hacemos de varias formas, una de ellas es a través de las herramientas de marketing que tenemos, porque nosotros sabemos que a veces es difícil que los emprendedores o las pymes tengan la sofisticación o tengan el recurso humano o financiero para poder pagar para este tipo de recursos. Entonces a través de la afiliación a la plataforma y el pago a través de la tasa de servicio ellos ganan esto, se lo damos de forma eficiente y muy poderosa.

“No les vamos a quitar negocio, les vamos a dar más negocio, (...) les estamos dando la oportunidad de que los restauranteros aprovechen mejor sus activos dándoles más volumen”.

Al momento la estrategia ha servido. El 70 por ciento de los restaurantes registrados en la plataforma son medianos y pequeños, y según el directivo, las ventas se comportan de una manera equilibrada frente a las grandes cadenas también vendiendo en Uber Eats, como McDonald's o Subway.

Dos de las grandes tendencias que el negocio del food delivery impulsa son las entregas mediante drones y las llamadas “cocinas fantasma”, que son restaurantes especialmente dedicados a surtir órdenes a las plataformas de comida y cerrados al público en general.

De acuerdo con el directivo, es cuestión de tiempo para que sean una realidad masiva en México, pues el mercado reconoce el poder de estos servicios.

En el caso de los drones, la empresa se está a la espera de los resultados de experimentos que se realizan en San Diego, California, sin que se tengan una fecha para ser traídos a México. Sobre las cocinas fantasma –dice– ya han probado ser un modelo que hace sentido a restauranteros mexicanos, quienes ya han empezado a incursionar en él, pues deben invertir menos en infraestructura e incrementan su capacidad de cubrir la demanda.

“La data se vuelve muy relevante porque podemos compartir algunas ubicaciones óptimas para maximizar la venta y en las que ellos puedan minimizar el costo. Lo que es muy bueno es que tú nuca sabes si te están sirviendo de un ghost kitchen o de un restaurante tradicional, recibes justamente la misma calidad.

Foto: Alejandro Aguilar

“La experimentación es parte de ADN de Uber y nosotros estamos a la espera de los primeros resultados (sobre drones) justamente para ver ese modelo de negocio para ver cómo podría manifestarse en México en algunas ciudades. Lo que les digo (al corporativo) es que México tiene que ser un país donde hagamos los experimentos y que sea, como lo ha sido siempre, de los principales mercados para nosotros y donde más experimentemos”.

Apenas en marzo de este año, José vino a reemplazar al frente de la división México a Rodrigo Arévalo, quien fue enviado a dirigir las operaciones en Europa, Medio Oriente y África. García-Pimentel previamente había trabajado como director de estrategia, y antes de eso como director de desarrollo de negocios para Pepsico.

Bajo el mando de ellos, la empresa pasó de tener presencia en 13 ciudades de México en 2018 a un total de 40 actualmente, sólo les falta llegar a los estados de Colima, Tamaulipas, Guerrero, Chiapas, Tlaxcala y Campeche.

El plan, dice José, es terminar este año cubriendo siete ciudades más. Al mismo tiempo, la empresa pretende ampliar su variedad de envíos de tiendas de conveniencia, como ya lo hace en alianza con Círculo K.

“Nos hemos salido de comida preparada y estamos empezando a incursionar en este tipo de productos. Al final alguien que tiene la necesidad de desplazarse de punto A a punto B y de comer alimentos también tiene la necesidad de comprar unos hielos, y de ahí hacia adelante, pensando que tenemos que incursionar más, y que tenemos que cuidar la experiencia”.

“Fue un esfuerzo titánico a nivel de operaciones. No termina. Al final del día muchos de nuestros socios más grandes tienen cobertura en otras ciudades y en la medida que hemos ido fortaleciendo esas relaciones comerciales, ellos nos han guiado hacia dónde quieren que llevemos las expansiones y nuestro compromiso está en llegar. Vamos a encontrar la mejor forma para dar la mejor experiencia lo antes posible”.

Pocas son las empresas que tienen una incidencia patente en la vida cotidiana de las ciudades. Uber es una de ellas, su nombre se ha convertido en verbo y sustantivo.

Cosa de todos los días es ya observar a motociclistas y ciclistas con sus mochilas enormes llevando comida, choferes estacionados a un lado del camino checando su celular en busca de nuevos viajes, a restaurantes abarrotados de repartidores esperando órdenes.

Y según cuenta José García-Pimentel, director general de Uber Eats para México, aún no hemos visto todo lo que esta megaempresa es capaz de hacer.

“(Los cambios que generamos en las ciudades) nunca los damos por hecho, lo que nos mantiene tan motivados y trabajando tanto es justamente porque creemos que parte de lo que Uber tiene que hacer para las ciudades en las que estamos es dar acceso a más oportunidades para quien quiera mejorar sus ganancias”.

Con presencia en 40 ciudades de México, Uber Eats es la plataforma de food delivery con la mayor cobertura territorial del país. Junto con empresas como Postmates, Rappi, SinDelantal, Uber Eats pelea un mercado que para 2021 se estima que alcanzará ventas por 15 mil millones de pesos en México, según la compañía de investigación Euromonitor.

La experiencia en Uber Eats abreva directamente del modelo popularizado por su empresa hermana Uber Movilidad y conecta a restaurantes, clientes y repartidores mediante su app.

Los usuarios, dependiendo de su ubicación, reciben recomendaciones de restaurantes cercanos y se envía la comida con un socio repartidor.

Según explica José, la principal diferencia de Uber Eats frente a sus competidores radica en el músculo tecnológico que ha desarrollado a partir de su experiencia previa en los viajes privados.

“Lo que heredamos de los modelos que nacieron antes de nosotros es toda la tecnología para que tú tengas tu Uber a un minuto de donde estás. Nosotros la utilizamos para elegir al socio repartidor que está más cercano al restaurante para que la comida llegue a ti de la forma más rápida y correcta.

“Se requieren años de inversión y años de desarrollo de tecnología para poder llegar al nivel que tenemos. Eso nos permite tener la plataforma con la mejor confiabilidad”, añade.

En esta carrera armamentista, la marca ha puesto las baterías hacia una rápida expansión territorial y la incorporación del mayor número de restaurantes posible para ofrecer la base más variada de opciones para los usuarios. A nivel global la plataforma contabiliza más de 220 mil.

“Lo que hemos aprendido es que la marca Uber en México tiene muy buen arraigo y en general a los mexicanos les gusta mucho. Esto al final del día ha sido una forma en la que nos hemos ido ganando la confianza al principio, pero después la mantienes con tu nivel de servicio.

“El voz a voz es como estos negocios crecieron cuando nacieron, a través de las referencias, tú lo probaste, le llamaste a un amigo y dijo 'oye, mira, está Uber Eats, inténtalo' y eso genera un ciclo virtuoso”.

COMIDA PARA EL GIGANTE

Uber Eats no fue el primero en el negocio del food delivery. Desde 2001 empresas como Just Eat, GrubHub o Delivery Hero ya habían incursionado en este mercado. al conectar a pequeños restaurantes y consumidores con la intermediación virtual en Inglaterra y Estados Unidos.

Bautizado en un inicio como Uber Fresh, esta división de Uber comenzó pruebas en 2014 en el Valle de Santa Mónica como una funcionalidad extra al servicio de taxis particulares. En su momento, el experimento se vio como un intento de la empresa de Garrett Camp y Travis Kalanick para diversificar su modelo de negocios y encontrar nuevas formas de monetizar el negocio de envíos y traslados bajo demanda.

“Nosotros estamos en una trayectoria como plataforma a ser la más importante de movilidad y eso incluye movilidad de personas y movilidad de alimentos y productos en general. Muy rápido entendimos que había una necesidad muy importante que era la de tener acceso rápido y eficiente a alimentos”, explica José.

“Cada vez hay menos tiempo, las personas están más ocupadas, los tiempos de traslado desde donde vivimos hasta donde trabajamos cada vez son más complicados. Hay una realidad en este mundo en que cada vez hay menos tiempo. Entonces, a través de soluciones de movilidad como Uber Eats, lo que estamos tratando de lograr es regresarle a los usuarios tiempo”, comenta.

Para 2016, la plataforma cambió su nombre por Uber Eats, lanzó su app propia y comenzó su expansión internacional, que incluyó a México. Al momento, la división de envíos de comida ya representa 20 por ciento del total de las ventas de Uber en el mundo.

Según el CEO global de Uber, Dara Khosrowshahi, para 2019 se estima que envíe 10 mil millones de dólares en comida en todo el mundo, 66 por ciento más que durante 2018.

José García-Pimentel, director de Uber Eats en México / Foto: Alejandro Aguilar

“Tenemos el privilegio de ser una de las líneas de negocio más importantes de Uber. Te diría que somos la apuesta más grande de la empresa durante este año, y hacia adelante en la capacidad de crecer y México está entre los 10 mercados más importantes del mundo.

“Para sorpresa de muchos, Uber Eats se ha convertido en el primer punto de contacto de una persona con Uber, te puedo hablar de algunas ciudades de la República Mexicana, Oaxaca, Veracruz, Cancún, donde no estaba el modelo de Uber Movilidad, pero Uber Eats llegó y la verdad nos ha ido muy bien en ese ecosistema donde no tenemos a nuestro negocio hermano y esto empieza a crear reconocimiento de marca, empieza a generar cierto apego”.

SOCIO DEL PEQUEÑO NEGOCIO

El modelo financiero de la plataforma consiste en que con cada envío se hace un cargo al usuario para la paga del repartidor. Al mismo tiempo Uber cobra un máximo de comisión de 30 por ciento a los restaurantes, según sea el caso.

Éste ha sido criticado por el posible impacto que tiene en los márgenes de rentabilidad de los negocios, especialmente en los medianos y pequeños.

Al respecto, José responde que los beneficios para los restauranteros sobrepasan a los contratiempos, pues lo que pueden perder de ganancia en las compras de ocasión lo ganan en nuevos clientes, visibilidad y modernización tecnológica.

“Nosotros lo que hacemos es darles acceso a ventas incrementales, y lo hacemos de varias formas, una de ellas es a través de las herramientas de marketing que tenemos, porque nosotros sabemos que a veces es difícil que los emprendedores o las pymes tengan la sofisticación o tengan el recurso humano o financiero para poder pagar para este tipo de recursos. Entonces a través de la afiliación a la plataforma y el pago a través de la tasa de servicio ellos ganan esto, se lo damos de forma eficiente y muy poderosa.

“No les vamos a quitar negocio, les vamos a dar más negocio, (...) les estamos dando la oportunidad de que los restauranteros aprovechen mejor sus activos dándoles más volumen”.

Al momento la estrategia ha servido. El 70 por ciento de los restaurantes registrados en la plataforma son medianos y pequeños, y según el directivo, las ventas se comportan de una manera equilibrada frente a las grandes cadenas también vendiendo en Uber Eats, como McDonald's o Subway.

Dos de las grandes tendencias que el negocio del food delivery impulsa son las entregas mediante drones y las llamadas “cocinas fantasma”, que son restaurantes especialmente dedicados a surtir órdenes a las plataformas de comida y cerrados al público en general.

De acuerdo con el directivo, es cuestión de tiempo para que sean una realidad masiva en México, pues el mercado reconoce el poder de estos servicios.

En el caso de los drones, la empresa se está a la espera de los resultados de experimentos que se realizan en San Diego, California, sin que se tengan una fecha para ser traídos a México. Sobre las cocinas fantasma –dice– ya han probado ser un modelo que hace sentido a restauranteros mexicanos, quienes ya han empezado a incursionar en él, pues deben invertir menos en infraestructura e incrementan su capacidad de cubrir la demanda.

“La data se vuelve muy relevante porque podemos compartir algunas ubicaciones óptimas para maximizar la venta y en las que ellos puedan minimizar el costo. Lo que es muy bueno es que tú nuca sabes si te están sirviendo de un ghost kitchen o de un restaurante tradicional, recibes justamente la misma calidad.

Foto: Alejandro Aguilar

“La experimentación es parte de ADN de Uber y nosotros estamos a la espera de los primeros resultados (sobre drones) justamente para ver ese modelo de negocio para ver cómo podría manifestarse en México en algunas ciudades. Lo que les digo (al corporativo) es que México tiene que ser un país donde hagamos los experimentos y que sea, como lo ha sido siempre, de los principales mercados para nosotros y donde más experimentemos”.

Apenas en marzo de este año, José vino a reemplazar al frente de la división México a Rodrigo Arévalo, quien fue enviado a dirigir las operaciones en Europa, Medio Oriente y África. García-Pimentel previamente había trabajado como director de estrategia, y antes de eso como director de desarrollo de negocios para Pepsico.

Bajo el mando de ellos, la empresa pasó de tener presencia en 13 ciudades de México en 2018 a un total de 40 actualmente, sólo les falta llegar a los estados de Colima, Tamaulipas, Guerrero, Chiapas, Tlaxcala y Campeche.

El plan, dice José, es terminar este año cubriendo siete ciudades más. Al mismo tiempo, la empresa pretende ampliar su variedad de envíos de tiendas de conveniencia, como ya lo hace en alianza con Círculo K.

“Nos hemos salido de comida preparada y estamos empezando a incursionar en este tipo de productos. Al final alguien que tiene la necesidad de desplazarse de punto A a punto B y de comer alimentos también tiene la necesidad de comprar unos hielos, y de ahí hacia adelante, pensando que tenemos que incursionar más, y que tenemos que cuidar la experiencia”.

“Fue un esfuerzo titánico a nivel de operaciones. No termina. Al final del día muchos de nuestros socios más grandes tienen cobertura en otras ciudades y en la medida que hemos ido fortaleciendo esas relaciones comerciales, ellos nos han guiado hacia dónde quieren que llevemos las expansiones y nuestro compromiso está en llegar. Vamos a encontrar la mejor forma para dar la mejor experiencia lo antes posible”.

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