Los trabajadores formales que pierdan su empleo como consecuencia de la pandemia de coronavirus tendrán que laborar más semanas para poder pensionarse.
Cuando una persona que cotiza al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) pierde su trabajo, por ley puede disponer de una cantidad limitada de su ahorro para el retiro a fin de sobrellevar la mala racha de estar sin ingreso. Sin embargo, al sacar ese dinero de su afore, su monto de ahorro se reduce y se le descuentan semanas de cotización, lo que impacta negativamente en su posibilidad de alcanzar una pensión.
De acuerdo con el artículo 198 de la Ley del Seguro Social, “la disposición que realice el trabajador de los recursos de su cuenta individual por concepto del retiro por situación de desempleo… disminuirá en igual proporción a las semanas de cotización efectuadas”.
De acuerdo con la ley, esta reducción se calcula dividiendo el monto acumulado de los recursos de la cuenta individual entre el número de semanas cotizadas hasta el momento del retiro parcial por desempleo. El monto retirado se divide entre el cociente de la operación anterior y lo que resulte son las semanas cotizadas que el trabajador pierde.
Imagina un ejemplo hipotético de un trabajador que acumula 100 mil pesos en su afore y lleva mil semanas cotizadas (algo así como 19 años de trabajo). El cociente de dividir 100 mil pesos entre mil semanas es 100.
Por ley, este trabajador puede hacer un retiro por desempleo de 11 mil 500 pesos. Al dividir el monto retirado entre el cociente anterior, el resultado da 115. Ese es el número de semanas que se le descuentan.
En otras palabras, el hipotético empleado perderá en un abrir y cerrar de ojos 115 semanas de cotización por apenas 11 mil 500 pesos, lo que equivaldría a poco más de dos años de trabajo que tendría que reponer. Claro, si es no se queda otra vez desempleado.
Existe otra forma de restaurar esas semanas y es reintegrar a la afore el importe retirado antes de llegar a la edad de jubilación. Sin embargo, debido a los bajos salarios que existen en México, muchos trabajadores viven al día y no tienen margen para ahorrar.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2018, que realizó la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), 95% de los trabajadores formales no realizan aportaciones voluntarias a su afore. Estos son 23.9 millones de personas, y casi la mitad de ellos aseguran que el dinero que ganan no les es suficiente para ahorrar.
El Sol de México dio a conocer en días pasados, que los retiros por desempleo en las afores alcanzaron cifra récord durante el primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, llegando a 12 mil 152 millones de pesos. Y aún no brotaba el coronavirus.
Con la llegada del Covid-19 a nuestro país, 346 mil 878 personas perdieron su empleo entre el 13 de marzo y el 6 de abril, según datos dados a conocer por la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde.
Este mes, el IMSS publicó un documento con acciones para hacer frente a las afectaciones que la pandemia está provocando en empresas y trabajadores.
En el documento solo existen dos medidas en caso de que una persona pierda su empleo: que esta contrate la continuación de su aseguramiento en el IMSS a través de un Seguro de Salud para la Familia y el retiro parcial de desempleo con las consecuencias que esto conlleva.
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