Ante la realidad de que en los próximos años será difícil mantener el modelo económico tradicional, porque cada vez están más comprometidos los recursos de suelo y agua y hay mayores demandas sociales, la Secretaria de Agricultura y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), lanzaron un esquema innovador.
Se trata de la Estrategia Sectorial de Bioeconomía para México, que busca aprovechar los desechos de cultivos para transformar y adaptar los sistemas agroalimentarios al cambio climático y al mismo tiempo, fortalecer la seguridad alimentaria.
Esta propuesta obedece a la necesidad de incrementar de manera sostenible la producción agrícola en al menos 70 por ciento para el año 2050, comentó Adriana Cruz Muñoz, directora general de Valor Agregado y Mercado, de la Coordinación de la Secretaría de Agricultura.
Permitirá transitar de los sistemas lineales de producción a los integrales a través de la innovación y tecnología para la gestión más eficiente y responsable de los recursos naturales. Se busca un desarrollo sostenible para promover la inclusión y el cierre de brechas sociales.
Cruz Muñoz dijo que la biomasa y la biomasa residual alcanzaron 278 millones de toneladas en 2018, de las que el 58 por ciento fue de bosques y 27 por ciento de residuos agrícolas.
Refirió que actualmente trabajan en el desarrollo de un Observatorio de Bioeconomía Agrícola. Será el primer bien público que se enfoque en este conocimiento. Se mantiene participación en redes latinoamericanas e internacionales para fortalecer la propuesta.
De acuerdo al titular de Agricultura, Víctor Villalobos, se trata de un programa que se apega al esquema sectorial del gobierno, en el que la bioeconomía es una oportunidad para aprovechar residuos de cultivos agrícolas.
También la creación de bionegocios inclusivos que tienen una megadiversidad y posición geográfica estratégica para el comercio internacional.
La propuesta es transformar la biomasa de todas las cadenas en productos innovadores, sanos e inocuos para alcanzar la meta de alimentar a una población en constante crecimiento, dijo Santiago Arguello Campos, coordinador general de Agricultura.
Se estima un rasgo de desperdicio de 30 a 40 por ciento, según la cadena productiva y que un 70 por ciento de los alimentos que se producen en el país, pasan por una de las 66 Centrales de Abasto que operan en la República.
A su vez, el representante del IICA en México, Diego Montenegro, comentó que la propuesta de la ESBAM atiende la necesidad de transformar los sistemas agroalimentarios actuales, ya que fomenta el desarrollo de bioemprendimientos, la innovación y la tecnología.
E impulsa el uso eficiente de los recursos naturales y la reutilización de la biomasa residual agrícola como insumos en nuevos procesos industriales.
La bioeconomía tiene potencia, para convertirse en una apuesta estratégica para el desarrollo sostenible de América Latina, que cuenta con amplia riqueza biológica y sólida base de capacidades humanas, productivas y científicas, que se convierte en ventajas comparativas.