Sin duda alguna Ildefonso Guajardo,titular de la Secretaría de Economía, está defendiendo bien la casa, dice Carlos Hank González, presidente del Consejo de Administración de Grupo Financiero Banorte, cuando le preguntamos por el papel del equipo mexicano en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

“Sin duda alguna, yo te diría que en esta primera ronda me dio mucho gusto darnos cuenta lo bien preparados que íbamos, lo perfectamente claro que tiene nuestro equipo que nos representa, encabezados por el Secretario, que tienen claros cuáles son los puntos donde debemos de negociar, dónde debemos pintar una raya, cómo debemos de adaptar las necesidades del tratado hacia las necesidades futuras que vamos a tener como México”, explica el nieto de El profesor Carlos Hank González y de Roberto González Barrera en entrevista con El Sol de México.

“Así es que, sin duda, yo me siento muy confiado y optimista de que los resultados de esta negociación van a ser no solamente para bien de México, sino de nuestra región”.

La semana pasada se llevó a cabo en la Ciudad de México el Foro Estrategia Banorte 2017, en un hotel frente a la Alameda. Ahí nos encontramos con el empresario, quien acepta que el panorama para México es complejo, pero el país está preparado para superarlo.

Hank González reconoce que existen al menos tres retos principales: la inquietud por la renegociación del TLCAN, la incertidumbre geoeconómica y política a escala global y las elecciones de 2018.

“Primero que nada, déjame destacar mi optimismo sobre que las negociaciones del Tratado de Libre Comercio tendrán un buen fin”, explica la cabeza de un grupo financiero situado en el sitio 24 del ranking de las 500 empresas más importantes de México elaborado por la revista Expansión y publicado en junio de este año.

“Tendrá un buen fin para los tres integrantes, yo creo que como región nos vamos a fortalecer, es importante modernizar este tratado que lleva más de 20 años, entonces yo creo que como país y como región saldremos fortalecidos. No tengo ninguna duda”, detalla.

El presidente de Banorte se muestra muy optimista. Y no es para menos, luego de presentar su plan para el 2020 y enfrentar algunas resistencias entre las fuerzas tradicionales de su institución, ha demostrado que su visión rinde frutos más rápido de lo esperado. Banorte, hay que recordar, fue fundado en 1899 en Monterrey, como un pequeño jugador regional.

Fue en 1992 cuando en el proceso de privatización de la banca su abuelo, don Roberto, y un grupo de empresarios en el norte lo compran. Y en poco tiempo se convierte en una institución nacional. Hasta marzo de este año, GFNorte administraba más de 122 mil millones de dólares en activos, ubicándose como la tercera institución bancaria más grande del país en tamaño de depósitos y la cuarta en crédito. Asimismo, es el segundo proveedor más importante en colocación a créditos a gobiernos, el tercer banco más importante en créditos hipotecarios, y el cuarto en cartera de tarjeta de crédito.

“Cerramos el primer semestre con un crecimiento extraordinario, de más del 24% en utilidades. Nuestro objetivo, nuestro plan de mediano plazo, que es el 20-20, donde buscamos duplicar nuestro nivel de utilidades para el año 2020, va muy bien. Vamos muy bien, llevamos ya siete trimestres consecutivos creciendo a doble dígito, algo que pocas instituciones financieras pueden decir”, dice emocionado Hank en el marco de su foro, en una pequeña sala que no está muy alejada del bullicio de cámaras, reporteros, empresarios, gobernadores y clientes de todo el país de esta institución que vinieron a compartir ideas.

El empresario dice que ve un 2018 lleno de oportunidades, también de retos, pero se siente preparado para enfrentar esos retos y ser el mejor grupo financiero de México.

Entre los presentes que asistieron a su foro estaba Juan Domingo Beckmann, director general de José Cuervo desde 2002, la empresa más antigua del país con un legado familiar de 11 generaciones, como nos recordaron en la reunión. José Antonio Chedraui, director general de Grupo Comercial Chedraui, Alejandro Ramírez, director general de Cinépolis y Blanca Treviño, presidenta y directora general de Softtek.

“Es difícil compararnos, y sobretodo con esa gran generación de empresarios”, responde Carlos Hank González cuando le preguntamos qué los hace diferentes a los empresarios mexicanos de pasadas generaciones, como su padre y sus abuelos. “Más que compararnos y diferenciarnos yo te diría que algo que mencionaba y creo firmemente en ello, es que creo que tenemos las nuevas generaciones, me atrevo a decir tenemos porque todavía me siento joven como empresario, es que tenemos esa hambre de los jóvenes, de creernos verdaderamente capaces de alcanzar y dar los resultados”.

-Insistimos, cuál es el común denominador de los jóvenes empresarios.

“Le pedí a algunos amigos y colegas jóvenes que han transformado a sus empresas y que han llevado a sus empresas a competir con los mejores del mundo, que vengan y nos platiquen sus historias. Y el común denominador es precisamente ese, nunca sentirnos amenazados porque algún extranjero sea mejor, sino más bien creernos capaces de competirles, creernos capaces de ganarles, y ese es yo te diría una de las cosas principales que tenemos en Banorte, que nos distingue como empresa, como mexicanos.

-Creen que pueden ganarle a los mejores, de cualquier país. Se la creen.

“No es que no la creamos simplemente por ignorantes, al revés, nos la creemos porque tenemos esa capacidad. Hoy estamos dándonos cuenta, con resultados, de que el creernos con esas capacidades nos ha llevado a convertirlas en resultados”.

-Pero ya lo dijo, el escenario internacional es uno de los obstáculos que se avizoran en el corto plazo.

“Tenemos muchas fortalezas en México. Hablabas del secretario Meade ahorita, bueno, la fortaleza financiera que tenemos como país hoy, pues eso nos ha permitido enfrentar todo tipo de retos. Hemos tenido crisis mundiales que han sacudido a todas las economías en el mundo, y en México hemos tenido la capacidad de soportarlo por la fortaleza que tenemos económicamente hablando. Tenemos hoy la fortaleza que nos están dando las reformas, una reforma energética que fortalece ese sector y nos asegura el desarrollo en ese sentido, el sector energético.

-Otros empresarios dicen que nuestra debilidad es el Estado de Derecho, la corrupción, la impunidad...

Estamos mal en verlo como debilidad-ataja de inmediato-, hay que verlo como oportunidad, son campos de oportunidad en los que podemos trabajar para darle una mayor fuerza a nuestro país. Yo tengo esa deformación empresarial, me acuerdo de mis primeras épocas en la universidad, en los que te ponen esos análisis fuerza, oportunidades, debilidades, etcétera, lejos de verlos como debilidad, esas eran las oportunidades, es donde debemos trabajar, es donde podemos seguir creciendo y desarrollándonos como país.

-Comenzamos a hablar de 2018, el otro punto que destacó como reto de México, y otra vez, es tajante:

“La ansiedad nos la generamos nosotros mismos. Si nosotros vemos, es un México que está perfectamente preparado para los retos que nos trae el 2018, y a qué me refiero: tenemos instituciones como Banco de México, una institución que nos garantiza la solidez de la economía de nuestro país. ¿Por qué tendríamos que estar preocupados por los retos que tendríamos en el 2018? La salud financiera, que te decía yo hace ratito que platicábamos del Secretario de Hacienda, la salud financiera que tenemos como país, hoy nos da la certeza de que los retos que tenemos en el 2018, México está preparado para enfrentarlos. Yo te diría que la ansiedad, quienes la tengan, se la están generando ellos propiamente. Es entendible, siempre en tiempos de elecciones pueden entrar este tipo de ansiedades, pero a lo mejor el mensaje que les daría yo es que México, hoy está listo para enfrentar los retos que vienen en el 2018, estamos preparados, estamos sólidos con instituciones fuertes”.