Inicia un nuevo año sembrado de incertidumbres a nivel mundial y nacional. Sin embargo muchas veces minimizamos el impacto de lo que usted y yo podemos hacer por nosotros, nuestra familia, nuestra comunidad y nuestro planeta.
Pensando en esto me viene a la mente lo que Bas Schipper, un niño holandés de 12 años, decidió hacer por su hermana Laura (de 11) quien tiene diabetes tipo 1.
A él le gusta tocar el piano y cantar, así que se le ocurrió cómo podía reunir dinero para la asociación Diabeatit.nl (juego de palabras en inglés que relaciona diabetes con vencerla): tocaría en las 16 estaciones de tren dentro del país que cuentan con un piano para que los viajeros puedan hacer gala de sus habilidades musicales.
Su aventura empezó el viernes 21 de diciembre por la noche, en que con su padre hizo el trayecto de 5 horas entre la ciudad donde vive, al norte de Holanda, y la que sería su primera escala en este tour: Maastricht, al sur. Ahí tocó el sábado 22 a las 6 de la mañana. De ahí siguió a Breda, Róterdam central, La Haya central, Ámsterdam Sloterdijk, Ámsterdam central, Ámsterdam Amstel, Ámsterdam Bijlmer Arena, Almere, Utrecht central, Nimega, Enschede, Zwolle, Leuwaarden, Groninga y Veendam donde terminó a la una y media de la madrugada del domingo. A su casa llegó agotado pero feliz.
Tocó y cantó en inglés canciones de Navidad (como Santa Claus is coming to town) y temas populares en los años ‘60s y ‘70s, por ejemplo: Bridge over troubled water y Pianoman. En cada estación pasó entre veinte minutos y media hora. Junto al piano colocaba un letrero en que se leía la web donde se recibían donaciones. Durante sus recitales recibió monedas y unos cuantos billetes, pero lo fuerte sucedió vía internet.
Su meta era recabar 5 mil euros. A las 4 de la tarde ya había reunido 21 mil. Se fue a dormir con la satisfacción de que la fundación tenía 30 mil en sus arcas gracias a su esfuerzo. En el momento que les escribo esa cifra se queda chica. ¡Lleva 61,969 euros gracias a las donaciones de 3,215 personas!
Me puse a ver la lista de donantes. La mayoría apoyó a Diabeatit con 5, 10, 15, 20, 50 o 100 euros. Pero me encontré también con aportes de 500 y mil euros.
Sin duda, cada uno de nosotros puede hacer algo para mejorar la vida de otros. Como este niño, ¡pongamos manos a la obra! De esta manera seguro que el 2019 será un buen año para todos. Recuerde que “el simple aleteo de una mariposa puede cambiar el mundo”.
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