[VIDEO] ¿Sientes celos o revisas su celular? Estás en una relación “tóxica”

Dicen por ahí que “el amor no es como lo pintan” y que no siempre las relaciones de pareja son como se ve en las películas románticas

Mary Ávila l El Sol de Puebla

  · sábado 13 de febrero de 2021

Foto: Cortesía l metroecuador.com

Si eres de las personas que hoy en día piensa que es normal revisar el celular de la pareja o tener las contraseñas o claves de las redes sociales del otro, para decirle con quién relacionarse y con quién no, entonces debes saber que estar inmerso en una relación codependiente, tormentosa o mejor conocida hoy en día como “tóxica”.

Dicen por ahí que “el amor no es como lo pintan” y que no siempre las relaciones de pareja son como se ve en las películas románticas. Al comienzo de un noviazgo la pasión, la necesidad de poseer y de estar con la otra persona están muy presentes, sin embargo, cuando este tipo de conductas son una constante y la necesidad de control en la otra persona para sentir seguridad, por miedo a una infidelidad o que la relación termine, se vuelve fundamental en el día a día, pasa de amor a obsesión, pero ¿cómo saberlo?

María del Carmen Mora Ávila, catedrática de la facultad de Educación y posgrados en UPAEP, define a una relación tormentosa como aquella en la que uno o ambos miembros de la pareja, viven continuamente en angustia, con miedo y en intranquilidad, mediante sus vínculos con la otra persona.

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Foto: Ilustrativa cortesía | shutterstock - lenguavempace.blogspot.com

“Hay situaciones como celos, desconfianza, inseguridad, conflictos continuos, necesidad de control del otro y continuamente tal vez, situaciones de maltrato psicológico-emocional, que puede ir desde revisar el teléfono, tener las contraseñas o claves de las redes sociales del otro, decirle al otro con quién relacionarse y con quién no, comenzar a lo mejor esa etapa de control que lo pueda aislar de su grupo familiar o de su grupo de amistades, a grandes rasgos es una relación que podríamos definir como: de codependencia o dependencia emocional”, comentó en entrevista con El Sol de Puebla.

A lo largo de los años, sobre todo en la cultura mexicana, se han “regulado” algunas conductas que dan pie a la codependencia o el apego emocional, esto debido a que desafortunadamente se ha vinculado al amor con el dolor o el sufrimiento, mismos que han quedado plasmados en las canciones, las películas, incluso hasta en las literaturas o en las poesías, a través de las que se retrata un sentimiento tan intenso, en el que no se puede vivir sin el otro, idealizando a la pareja y perdiendo toda individualidad.

Y es que, las personas codependientes enfrentan un problema que puede anteceder desde la infancia, pues tienen muy baja autoestima y un auto concepto inadecuado en el que creen que no se merecen ser amados de una manera saludable, sino que tienen que complacer o tienen que dar demasiado para que puedan ser amados, situación que puede culminar en frustración o decepción cuando esto no se consigue, lo que provoca que la relación se torne complicada para ambas personas.

“Las persona codependiente es alguien que busca complacer para ser aceptado, que resuelve los problemas de otros y no resuelve los propios, necesita aprobación, pues aprendió en el seno de la familia a que tenía que dar mucho para recibir algo de aprobación y afecto, son heridas que vienen desde la infancia”, refirió la especialista.

APRENDE A DETECTARLAS, CORREGIRLAS O A SALIR CORRIENDO EN EL INTENTO

De acuerdo a la especialista, para aprender a detectar si alguno de los dos está teniendo apego emocional, es importante prestar atención al tipo de reacciones o sensaciones que se experimentan en situaciones del día a día, que aparentemente parecieran “normales” pero que no lo son; y para hacerlo, Morán Ávila menciona algunos ejemplos:

Si alguno de los dos miembros de la relación se siente inseguro de que el otro tenga amistad o se lleven bien con alguien del sexo opuesto.

Si en el caso de los hombres no le gusta que su novia o su pareja salga sola.

Cuando a alguna de las dos personas no le agrada que su pareja haga actividades de manera individual con su grupo de amigas o amigos.

Cuando cualquiera de los dos no puede disfrutar de sus actividades cotidianas o de algún evento, alguna actividad recreativa como hacer ejercicio, ver una película o comer, por sí mismo, porque todo el tiempo está añorando la presencia o compañía de la pareja.

Cuando no se tiene otro motivo en la vida, otro sentido en la vida que no sea la relación de pareja.

“Como verán, a grandes rasgos, una relación tormentosa, una relación disfuncional o de apego emocional, implica que yo me adjudique al otro para poder estar o creer que estoy bien”, afirmó.

Corregir este tipo de comportamientos suena tan fácil como se aprecia en el final feliz de una película o el capítulo de una serie romántica, donde el problema queda solucionado en tan solo unos minutos de desenlace; no obstante, la realidad es que, para lograr trabajar este tipo de actuaciones -tanto para beneficio propio como el de la pareja-, así como para prevenir entablar una relación codependiente, la clave está en trabajar mucho en la autoestima…suena sencillo, pero no imposible.

“Las personas codependientes, precisamente lo son porque no se saben amar así mismas, entonces pretenden que el exterior, en este caso la pareja, les proveerá de todo esto que han considerado que no se pueden dar así mismas”, afirmó.

Cuestiones tan sencillas como compañía, halagos, detalles y atenciones, empiezan por uno mismo y si la persona puede brindarse de manera positiva y generar un auto concepto positivo de sí mismo, aceptándose con virtudes y defectos, entonces tendrá una ventaja para enfrentar este tipo de involucramientos.

Otra forma de avanzar y dejar atrás la dependencia emocional, es aprender a estar solos, es decir, fomentar la compañía de uno mismo y valorar esos momentos de individualidad y soledad, pero no para verlos como un tormento, sino más bien como una oportunidad de autoconocimiento, de reflexión y de meditación.

El buscar otro sentido de la vida –o varios- que no centralicen en el afecto de un tercero es un tercer punto que María del Carmen sugirió trabajar, pues de acuerdo a un terapeuta Gestalt “se tienen que tener muchos amantes en la vida” refiriéndose a las cosas que como persona “se amen” hacer, esto ayudará a motivar y a vivir, sin necesidad de esperar el ser “amado” por otra persona.

“Hay estudios acerca de la felicidad en el ser humano, que revelan que la pareja solo nos aporta el diez por ciento de esa felicidad, es decir, que el otro 90 por ciento depende totalmente de cada sujeto (…) si me gusta leer, bailar, hacer ejercicio, aprender idiomas, dibujar, pintar, incluso si mi trabajo o mi profesión es mi pasión, entonces tengo que encontrar un sentido de vida distinto para conseguir por mí mismo ese 90 por ciento de felicidad”, sugirió.

EL CONSEJO: EL AMOR PROPIO Y PONER LÍMITES

En este sentido, la especialista afirmó que una relación sana es aquella en la que una persona se siente valiosa todo el tiempo, sin necesidad de tener la perfección, ni la aceptación del otro a través del compromiso del amor propio o la dignidad, por lo que es importante aprender a poner límites.

“Si mi pareja tiene algunos comportamientos que me parecen que atropellan mi dignidad, mi amor propio, o son falsos en ese aspecto, yo le puedo poner límite y si no hay posibilidad de que eso cambie, me puedo ir. Si yo me puedo ir de una relación de pareja porque no me están dando dignidad, respeto o se está atropellando mi amor propio, si yo puedo ser capaz de hacer esto, entonces soy una persona que se ama a sí misma y, por lo tanto, puedo establecer relaciones funcionales porque sabe poner límites”, expuso.

Finalmente, explicó que estos tiempos de pandemia son un buen momento para tomar conciencia en qué tan apegados estamos, no solo a la pareja, sino a cuestiones ajenas a una relación sentimental como el trabajo, la familia o los bienes materiales, y trabajar más en el amor propio.