León, Guanajuato.- La mayoría de las plataformas de redes sociales y juegos online permiten que cualquier persona pueda acceder de manera anónima a grandes comunidades y esto atrae a acosadores, trolls y acosadores sexuales.
De acuerdo a ESET, compañía líder en detección proactiva de amenazas, es importante aconsejar y proteger a los menores, pero para eso, los padres de familia deben reconocer los riesgos y aprender más sobre estos grupos, sus motivaciones y métodos.
Los acosadores sexuales se ponen en contacto con niños o niñas por Internet con el objetivo de obligarlos a realizar alguna actividad de índole sexual. Usan plataformas como mensajería instantánea, redes sociales e incluso juegos online, donde pueden permanecer en el anonimato, a menudo haciéndose pasar por otra persona, por lo general más joven. Los adolescentes suelen correr un riesgo mayor, porque son curiosos y buscan ser aceptados. Suelen hablar con extraños de buena gana, a pesar de sentir que es peligroso.
3 tácticas psicológicas que utilizan
- 1. El grooming (acoso sexual de menores)
Se basa en establecer una conexión emocional con la víctima con el objetivo del abuso sexual. Los depredadores van construyendo gradualmente una relación con los menores para ganarse su confianza.
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Pueden hacerlo dando obsequios y cumplidos, actuando con amabilidad o demostrando que comprenden sus inseguridades. Una vez que las inhibiciones de los niños o niñas se reducen, es más probable que puedan ser obligados a hacer lo que pide el depredador, ya sea dar más información sobre ellos mismos y su vida, o incluso enviar fotos suyas desnudos, que luego pueden usarse en su contra.
- 2. Phishing (pesca)
Los acosadores sexuales a menudo utilizan un método para recopilar fragmentos de información personal específica sobre el niño que les permite formar una imagen más completa de la víctima.
- 3. Mirroring (hacer de espejo)
Una vez que los acosadores tienen fragmentos de información sobre el niño, ya sea recopilada a través de mensajes directos o de sus observaciones, pueden usarla para una mayor manipulación.
Como su nombre en inglés lo sugiere, es una forma de imitar lo que ven en su víctima. Estos pueden fingir pertenecer al mismo grupo etario del niño, compartir intereses, gustos o preocupaciones, simplemente cualquier cosa que los ayude a reforzar una conexión emocional.
¿Cómo acompañar a los hijos ?
Buscar señales de que algo anda mal y prestar atención a algo que indique que podrían ser víctimas de acoso cibernético o estar en contacto con alguien que pueda causarles daño. Hay preguntas que ayudan de guía, por ejemplo: ¿Parecen tener problemas emocionales con frecuencia o cambios de humor repentinos? ¿Han eliminado repentinamente su perfil de redes sociales? ¿Están fingiendo estar enfermos para evitar ir a la escuela?
De manera similar, los cambios en el estado de ánimo o el comportamiento, así como la falta de interés en la familia o los amigos, pueden significar que algo no está bien, aunque no necesariamente esté relacionado con las causas mencionadas.
Mantenerse al tanto de sus actividades online, no ser intrusivos, solo asegurarse de tener una idea general de cómo pasan el tiempo en sus dispositivos. Intentar informarse sobre las últimas tendencias que dan forma a la vida de los chicos en el mundo digital.
Recordar que escuchar y mostrar interés genuino puede ser más importante que hablar e instruir. Pero idealmente, intentar lograr un equilibrio entre ambas cosas.
➡ Por estas razones debes dedicar tiempo para jugar con tus hijos
Cultivar una relación de confianza cuando los jóvenes sienten que pueden contarles a sus mayores lo que tienen en mente, se les proporciona una perspectiva saludable y un terreno seguro en el que siempre pueden confiar.
Cuando este no es el caso, se vuelven más susceptibles a ser víctimas de alguien que quiera desempeñar ese papel en su lugar. Además, una relación cálida y abierta permite conversaciones más honestas.