León, Guanajuato.- Sin duda las bodas tienen momentos sorpresivos, inolvidables y llenos de emociones que hacen de estas celebraciones, recuerdos inolvidables.
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Para este nuevo matrimonio, las sorpresas comenzaron durante la ceremonia religiosa de su enlace, pues el sacerdote cantó el tema “Mi razón de ser”, que ha ganado fama en voz de la famosa Banda MS.
El momento se hizo viral gracias a la usuaria Fannía Barcas (@fanniabcasillas), quien compartió el video en esa red social acompañada de la frase “Se la rifó el padrecito”.
El sacerdote frente a Kevin y Zamantha quienes se toman de la mano y se miran a los ojos, se acompañó del mariachi para hacer de ese momento algo único y especial, sorprendiendo a los asistentes por el detalle, pero también por su entonación e interpretación.
Fannía respondió uno de los comentarios, diciendo que el padre canta todos los domingos por lo menos en una misa, en Valle de Guadalupe, Jalisco.
La popularidad del video ha alcanzado más de 48 mil reacciones y más de 2 mil 100 comentarios.
“Ese padrecito es vocalista de un mariachi, a mí no me engañan”, “Es mi tío, qué orgullo verlo hacer dos cosas que más ama”, “Qué bonito canta. Ya me imagino como canta las alabanzas, bendiciones”, “No sé si está permitido o no, lo único que sé es que es feliz porque combina sus dos grandes pasiones: ser sacerdote y cantante”, “Compraron el paquete que incluye salón, mariachi y padre que canta”, fueron algunos de los más destacados.
¿Se pueden interpretar temas comerciales en la misa?
La Iglesia Católica enseña que toda música apropiada para la Santa Misa “debe ser santa y, por lo tanto, excluir todo lo profano, y no sólo en sí misma, sino en el modo con que la interpreten los mismos cantantes”.
En la Iglesia algo profano no es necesariamente algo malo o pecaminoso. Es simplemente algo cuya naturaleza no sea sagrada; en este caso, es todo aquello que no fue pensado para la liturgia.
Los cantos también deben ser arte verdadero, es decir cuando ayuda a interiorizar en el sentido de la liturgia, no cuando la distrae.
La Iglesia admite en la liturgia melodías propias de cada región. Se pueden crear cantos nuevos para la liturgia con diversos estilos musicales y en diversas lenguas, sin embargo, estos deben ser compuestos e interpretados de tal manera que no pierdan santidad y arte verdadero.