El origen de la superstición que rodea al viernes 13 es objeto de debate entre historiadores y expertos en folklore. Una de las teorías más comunes sugiere que la aversión hacia el número 13 se remonta a las antiguas culturas. En la numerología, el 12 se consideraba un número completo y armonioso — doce meses en un año, doce signos zodiacales, y doce dioses del Olimpo en la mitología griega. El 13, al exceder este número perfecto, fue visto como un número de desorden y caos. Esta percepción negativa se intensificó cuando el viernes 13 comenzó a asociarse con eventos desafortunados.
Una de las leyendas más conocidas es la historia de los Caballeros Templarios. El viernes 13 de octubre de 1307, el rey Felipe IV de Francia ordenó la detención de todos los miembros de la Orden de los Templarios, acusándolos de herejía. Muchos de estos caballeros fueron torturados y ejecutados, y desde entonces, el viernes 13 ha sido vinculado con la tragedia y el mal.
Otra fuente de la superstición proviene de la Biblia. En el cristianismo, el número 13 se asocia con la Última Cena, donde Judas Iscariote, el traidor, era el decimotercer invitado en la mesa. Además, el viernes es tradicionalmente el día de la crucifixión de Jesús, lo que añade una capa adicional de negatividad a la combinación de esta fecha.
En la cultura popular, el miedo al viernes 13 se conoce como paraskevidekatriaphobia. Este término técnico resalta la intensidad del temor que muchas personas sienten hacia este día. La película Viernes 13, lanzada en 1980, popularizó aún más la superstición, retratando el día como uno lleno de horror y eventos siniestros.
Sin embargo, no todos ven al viernes 13 como un día de mala suerte. En algunas culturas, el número 13 es considerado afortunado. Por ejemplo, en la cultura italiana, el número 13 se asocia con la buena suerte y se celebra con entusiasmo.
En conclusión, el viernes 13 es un día que combina supersticiones, eventos históricos y creencias culturales en un solo fenómeno. Aunque la fecha sigue siendo temida por algunos, también es un recordatorio de cómo las percepciones de la suerte y el azar están profundamente arraigadas en la historia y la cultura humana. Así que, si te encuentras con un viernes 13, recuerda que, al final del día, es solo una fecha en el calendario, cargada de historia y leyendas, pero sin poder inherente para influir en nuestro destino. ¡Feliz viernes 13!