León, Guanajuato.- En los primeros años de vida de un menor, sus familiares directos son los encargados de crearles momentos mágicos que van endulzados con canciones que, poco a poco se van aprendiendo.
MED-EL, líder en soluciones médicas auditivas, confirma que aprender canciones fomenta la actividad de la memoria auditiva, sobre todo cuando un niño recién ha adquirido un implante coclear y se encuentra en proceso de rehabilitación.
➡ Suscríbete a nuestra edición digital
De acuerdo con la Secretaría de Salud, en México el 2% de los menores tienen discapacidad auditiva. Ante esta situación, los expertos recomiendan diversas actividades para mejorar la calidad de vida de dicho sector.
Una divertida es el canto, un método que parece tan simple, que al ponerlo en práctica una y otra vez, va facilitando el aprendizaje del lenguaje más que cualquier otro método, además fomenta la capacidad para recordar y secuenciar información.
¿CÓMO PONERLO EN PRÁCTICA?
MED-EL explica que simplemente hay que cantar utilizando palabras, agregar las acciones asociadas (como la araña trepando o la lluvia cayendo) o cantar las palabras y aplaudir al compás.
El volumen, el ritmo y las voces del canto deben coincidir con la historia de la canción, por ejemplo; cantar más suave cuando es sobre un ratón, cantar partes de voz masculina con voz más grave o la velocidad de la acción que se canta.
También se puede interpretar la primera parte del verso o línea y alienta al pequeño a que la termine. Puede ser que le tome un tiempo aprender qué es lo que se espera que haga. Se puede poner el ejemplo pidiendo a un hermano o compañero que termine la frase primero y que sean canciones conocidas para el niño.
Existen terapias musicales basadas en la reeducación del oído que promueven la motivación interna para escuchar, corregir el control audio-vocal y afinar el circuito entre el oído y la voz, el cual es muy importante para tener un control propio del habla. Una de estas terapias es la conocida como método Tomatis y consiste en escuchar composiciones de Mozart filtradas a ciertas frecuencias altas, cantos gregorianos y la voz materna tal y como se escucha desde el útero.
¿CON FRECUENCIA HAY QUE HACERLO?
Esta estrategia puede ser utilizada todos los días, las canciones y las rimas benefician a los menores de diferentes edades. Las capacidades de escucha mejoran con canciones, incluso antes de que comiencen a hablar.