Bajo una atmósfera de auténtica fiesta, los aficionados verdiblancos se hicieron sentir previo al duelo entre Club León y Tigres. La música, pirotecnia y cánticos fue la manera idónea para expresar apoyo a su equipo.
Desde las 17:00 horas, los seguidores zapateros comenzaron a llegar a las inmediaciones del Estadio León, en esta ocasión no se realizó caravana, en cambio se organizó un ‘pasillo verde’ que se adueñó se instaló en el cruce del bulevar Adolfo López Mateos y Vasco de Quiroga, la línea de aficionados se extendió hasta la esquina con la calle Olimpo.
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Para mayor control del flujo de gente, elementos de Policía Municipal instalaron vallas metálicas para hacer un cerco de seguridad en las inmediaciones del recinto dos veces mundialista. de igual forma, diversas calles y avenidas aledañas al Nou Camp cerraron el tránsito vehicular desde las 18:00 horas.
Mientras hacían fila para ingresar al Glorioso, la grey verdiblanca hizo guardia en el pasillo en espera de su equipo. Pese a la desventaja en el global de 2-1, el llamado ‘jugador número 12’ inició su partido desde la calle ya que en el cerco los ánimos se calentaron a ritmo de la tarola, los bombos y las trompetas.
Mientras unos saltaban, silbaban y gritaban el cielo se iluminó por destellos verdes, la pirotecnia se elevó, junto a papelitos de colores y columnas de humo verde y blanco, este último cual humareda blanca anuncia que hay un nuevo Papa en el Vaticano, el color blanco anunció la aproximación de los autobuses donde se transportaba el conjunto verdiblanco.
Conforme se aproximaba el ‘Fierabus’ al pasillo, cientos de espectadores se unieron a una sola voz para rugir “¡León, León, León!”. Familias enteras se dejaron ver en esta recepción de colores e ilusiones por ganarle a Tigres y pelear la ‘novena’. Algunos infantes fueron sentados en los hombros de sus padres para quedar un poco más cerca del autobús, aunque la valla impidió que se acercaran.
Ondean banderitas
La fiesta se avivó una vez dentro ya que miles de banderas ocuparon las tribunas para ser ondeadas por los miles de asistentes que acudieron al Estadio Nou que por primera vez en más de un año y luego de la pandemia recibió autorización para abrir sus puertas al 100 por ciento de capacidad y así reencontrarse con los fieles hinchas panzasverdes.