El convenio de uso y goce del Estadio Sergio León Chávez a favor del Proyecto Tecamachalco 2000 era claro: si en un año la franquicia propiedad de la familia San Román no ascendía por méritos deportivos o mediante la adquisición de otra franquicia a una liga superior a la Premier, el convenio terminaba; por ello, la familia San Román ya no podrá hacer uso del inmueble doblemente mundialista.
Sin embargo, entre la afición fresera ha surgido la incertidumbre, pues consideran que si bien la franquicia podría quedarse en manos de empresarios irapuatense, en los hechos sólo serían prestanombres para que Fernando San Román siguiera detrás del proyecto, lo cual sería muy riesgoso para Irapuato, plaza que podría ser castigada.
¿Cuál es la verdad del convenio con Grupo Tecamachalco?
El Sol de Irapuato pudo acceder al convenio e incluso tiene copia de éste y es claro: al no contar con un equipo de Liga de Expansión para la presente temporada, el contrato firmado entre el Gobierno Local y Grupo Tecamachalco se dio por terminado.
Con ello, el proyecto encabezado por Fernando San Román ya no podrá jugar a nombre de Irapuato en el Estadio Sergio León Chávez, al perder los derechos obtenidos en el contrato del cual.
El contrato firmado en julio de 2020 señala que, de no contar en el primer año con un equipo de una liga superior a la Liga Premier, el contrato finaliza y se deberán tomar las medidas necesarias para la entrega del inmueble mundialista.
Incluso, durante la firma del convenio en julio de 2020, el presidente del Club Deportivo Irapuato A.C., Juan Manuel Albo Moreno, fue testigo de la firma de dicho convenio y conoció de primera mano las cláusulas de éste.
En la cláusula decimoquinta del convenio, se lee textualmente: “El presente contrato surtirá sus efectos desde la suscripción del mismo y tendrá una vigencia de 1 año calendario futbolístico, es decir se dará por terminado conforme al calendario establecido por la Federación Mexicana de Futbol A.C., para los juegos de la Segunda División Premier para la temporada 2020-2021.
“‘Las Partes’ acuerdan de plena conformidad que la vigencia señalada en el párrafo anterior, se podrá prorrogar 6 seis años más, siempre y cuando ‘El Usuario’ obtenga, ya sea por el ascenso deportivo o cualquier otro medio administrativo dentro de la Federación Mexicana de Futbol A.C, el registro en una división superior o de mayor categoría a la que se encuentra actualmente afiliada. Dicha condición deberá de realizarse o actualizarse dentro del primer año calendario futbolístico aludido anteriormente en la presente cláusula. Por lo anterior, para el caso de actualizarse dicha condición, la prórroga citada deberá ser ratificada mediante acuerdo expreso y por escrito entre ‘Las Partes’ en el que, de igual forma, se deberá acordar un incremento al monto establecido en la cláusula novena del presente instrumento de común acuerdo por ‘Las Partes’. Así mismo, para el caso de no obtener el mencionado ascenso o registro a una división superior o de mayor categoría, el contrato se dará por terminado de plano, debiendo en consecuencia tomar todas las medidas necesarias para entregar sin contratiempo alguno el estadio” (sic).
Inhabilitado por dos años
Por ello, tanto el incumplimiento del contrato y los problemas legales que Fernando San Román sostiene con la Federación Mexicana del Futbol fueron pieza fundamental para acabar no sólo con las ilusiones de los jugadores del Irapuato que ganaron el torneo, sino también con el sueño de toda una afición que a lo largo de su historia ha sido sumamente golpeada.
Además, esta semana la Comisión de Apelaciones ratificó la sanción impuesta a Fernando Javier San Román Cervantes de inhabilitarlo durante dos años, con lo cual no podrá participar de ninguna manera en el futbol mexicano y aunque presuntamente en próximos días va a regalar la franquicia, para la afición lo mejor es dejar la posibilidad para que llegue otra franquicia, para evitar cualquier suspicacia que pudiera afectar a la plaza de Irapuato.
Por ello, en redes sociales el manifiesto casi unánime por parte de la afición versa en que es momento de que el Grupo Tecamachalco, que brindó momentos de felicidad a la afición fresera, les brinde la oportunidad a nuevos inversionistas para que la ciudad de Irapuato tenga el equipo que la afición merece, un equipo que pueda jugar en una liga mayor y demuestre su grandeza, pues incluso el propio alcalde Ricardo Ortiz señaló durante la semana que hay algunos empresarios interesados en traer franquicias certificadas a Irapuato, pero se les debe dar garantías y no hacer propios problemas personales y legales que Fernando San Román tiene con la Federación Mexicana de Futbol.