POR ALEJANDRO ALFARO
Gol y tres puntos. Esas fueron las cartas de presentación deCecilio Domínguez en su primer partido enfundado en la camisetacrema. Su tanto trajo consigo la primer victoria para América enel torneo. Las Águilas respiran un poco en los díasvenideros.
Debut soñado para el paraguayo, quien de paso pudo aguantar los90 minutos y se mostró como hombre incisivo y por momentos el máspeligroso de su equipo, que dicho sea de paso, sufrió bastantepara sacar el resultado, principalmente cuando Veracruz se volcócon todo al ataque. Las Águilas se presentaron en casa y junto alguaraní debutaron a lo grande. EL JUEGO
Casi un mes después de haber perdido la final contra Tigres,América volvió a su casa para jugar un partido de Liga.Movimientos en el once de Ricardo La Volpe. El momento deDomínguez llegó sin mayor preámbulo y la titularidad lo recibiócon la tarea de ser una solución para algunas de las falenciasmostradas por las Águilas.
Cecilio no especuló. El guaraní fue clave. Sus desbordes ycalidad demostraron que podría ser la mejor arma del América enel torneo. Un primer lapso cumplidor dejó dudas, y es que Veracruzno especuló y tuvo en Eduardo Herrera la apertura del marcador.Grande error del atacante evitó todo.
Los minutos pasaron y el momento de brillar llegó. Ibarradesbordó por la derecha, Cecilio pidió el balón a segundo palo.Renato lo observó y cedió para la cita con la historia.Domínguez no especuló y de “palomita” se tiró para sutriunfal estreno.
El gol sirvió como marco perfecto. El Azteca brilló con laprimera anotación de su nuevo referente.
El reloj expiró en Santa Úrsula, América voló a expensas delmáximo americanista, Carlos Reinoso.