Rinden tributo al periodista y escritor Germán Dehesa con el espectáculo Herencias y querencias

Han pasado 14 años del fallecimiento del periodista y escritor Germán Dehesa, y sus lectores lo siguen recordando como una de las plumas más influyentes del país por su agudo sentido crítico, pero, sobre todo, por su muy particular humor, que plasmó principalmente en su columna “Gaceta del ángel”, así como en sus espectáculos en vivo.

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Así lo considera su hijo mayor, Ángel Dehesa, quien presenta junto al humorista y músico cubano Alejandro García “Virulo”, el espectáculo “Herencias y querencias”, en la Librería Gandhi Mauricio Achar, los días 14, 15, 21 y 22 de junio, en homenaje a su padre, quien este 2024 habría cumplido 80 años.

“Yo no lo leía exclusivamente por un compromiso familiar. Puedo decir que era un hombre que escribía extremadamente bien, tanto en la técnica como en el sentimiento. Él sabía leer y observar el pulso del país, para hablar de los grandes temas nacionales con un gran un humor que no era el de hacerse chistoso a fuerza”, comenta Ángel Dehesa, en entrevista con El Sol de México.

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“Su humor era ácido, a veces muy mordaz, pero combinado con una ternura siempre implícita, con una vocación como de niño, pues podía ver en las cosas cotidianas la belleza que muchas veces nosotros por la prisa en la que vivimos y la cantidad de ruido a la que estamos sometidos ya no nos permitimos ver, ni sentir, ni escuchar”, ahonda y destaca que su columna era, a su vez una prueba de destreza mental, pues Germán Dehesa, buscaba nunca repetirse.

TEXTOS VIGENTES

Pensado como charla entre “Virulo” y Ángel de Dehesa, el show girará en torno a una selección de textos de su columna, activa de 1993 a 2010, que traen de vuelta al periodista, por la vigencia de los temas que llegó a tocar. Entre ellos la alerta por los feminicidios en Ciudad Juárez y la crítica a funcionarios y políticos, como Arturo Montiel, entonces gobernador del Estado de México; pero también reflexiones sobre la paternidad y la construcción de un criterio propio, a través de anécdotas de su propia vida.

“No sé si realmente me sorprende que muchos de sus textos siguen vigentes en muchos sentidos. A lo mejor cambian algunos de los nombres de los involucrados, aunque en política no tanto, porque aquí en México los políticos se reciclan y nunca renuncian. Son textos que hablan de impunidad, pero también que hablan de cosas, como la familia, que todos hemos experimentado”, afirma el hijo del periodista.

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DEL PAPEL A LOS ESCENARIOS

Ángel de Dehesa destaca que este nuevo espectáculo se realice en la librería Gandhi, pues fue ahí donde Germán Dehesa comenzó a presentar sus espectáculos en vivo de sátira y humor, parecido al actual stand up, que entonces ni siquiera estaba en el panorama del entretenimiento.

“Él ensayaba muy poco, tenía una gran facilidad para la improvisación. Sólo le decía a sus músicos ‘a ver pongan estas canciones’ y se dejaba ir hasta que se acababa el texto que había escrito, pero luego se seguía”, relata Ángel quien comenta que “Virulo” se presentó en varias ocasiones con Germán Dehesa.

Sin embargo, Ángel, menciona que el interés histriónico de su padre es anterior, cuando en la década de los 70 escribía y representaba con sus alumnos del Centro Universitario de México “obras de teatro disfrazadas de pastorelas”, en tiempos de suma represión, tras el movimiento estudiantil de 1968. Estas obras, que también presentó en el espacio de la librería Gandhi, continuaron y tuvieron gran éxito, hasta que le ofrecieron un espacio en las instalaciones de Plaza Loreto, donde creó varios otros espectáculos y se presentó hasta que comenzó a presentar problemas de salud.

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HUMOR BIEN DOCUMENTADO

Ángel Dehesa afirma que tanto en lo escrito como en la actuación, su padre siempre mostró un gran dominio del lenguaje, una habilidad que desarrolló siendo un lector voraz de todo tipo de textos, entre ellos de grandes humoristas de la literatura como Francisco de Quevedo y Jorge Ibargüengoitia con los que confeccionó su propio humor, aderezado con “el humor involuntario de la vida”, así como los ejemplos de Cantinflas, o los hermanos Marx.

“Él nos enseñó que el humor tiene que ser una cosa muy bien documentada. Es muy difícil que los tontos hagan humor o que los flojos lo intenten siquiera, para hacer humor hay que estar informado, leer mucho y se requiere de timing, como se dice en la comedia. Pero él no buscó ser gracioso, porque realmente él siempre fue así”, finaliza.