Tlalpujahua, Mich.- Tlalpujahua, municipio ubicado al oriente del estado, es por mucho uno de los destinos turísticos favoritos de fin de año.
¿El motivo?, casi 500 talleres familiares en donde se fabrican más de 37 millones de esferas al año, actividad que deja una derrama económica de hasta 400 millones de pesos y que constituye la principal fuente de ingresos de la mayoría de las familias.
Caminar por sus calles empedradas, la villa navideña y el frío de la temporada completan el ambiente navideño.
Y es que Tlalpujahua además de ser el principal productor de esferas del país, es un Pueblo Mágico que ha sabido conservar el ambiente minero que antaño lo convirtió en un pueblo próspero y acaudalado.
Ubicado a 136 kilómetros de Morelia, la “tierra del tezontle”, por el significado de su nombre en náhuatl, es un pueblo enclavado en una zona serrana que ve pasar año tras año a las Mariposas Monarca.
Su arquitectura virreinal, sus casonas con balcones y el socavón “Dos Estrellas” que hoy funge como Museo, dan muestra de su pasado minero.
Su arquitectura combinada con el clima frío ha sido comparada con escenarios europeos; de entrada, cuenta con la Parroquia del Carmen y el convento Franciscano, el Mercado de la Libertad con sus cocineras que preparan menudo y mole en cazuelas, así como los comerciantes de barbacoa, carnitas, guisados y tortillas hechas a mano.
Por sus calles cuenta con diversos locales que ofertan prendas de lana, vinos y licores, además de pan que se elabora en hornos de leña. Otro de sus atractivos es la Casa y la Villa de Santa Claus que ofrecen miles de diseños de esferas, aunque también los artesanos independientes realizan sus decoraciones en talleres ubicados en cualquiera de sus 10 tenencias.
Pueblo minero y lleno de esferas
El museo Dos Estrellas o llamado también la antigua mina de oro se decretó de tal forma en 1998; fue una de las minas más importantes y productoras de oro y plata en México, sin embargo, el 27 de mayo de 1937 ocurrió un accidente que cobró la vida de 300 personas, debido a que la lama de las extracciones se desbordó, sepultando la parroquia de El Carmen y sus barrios.
Pese al acontecimiento antes dicho, la cultura de Tlalpujahua no se reduce en eso, pues la fabricación de esferas ha colocado al municipio en la lupa a nivel mundial, aparte se ha hecho acreedora al nombre “el pueblo de la eterna navidad”. El pionero de esta tradición fue Joaquín Muñoz Orta, que aprendió el oficio en Alemania, lo implementó en su tierra natal y hoy en día su familia conserva 60 años de historia.
Esta actividad se ha vuelto una de las principales fuentes económicas de la demarcación, sobre todo por la Feria de la Esfera, que se celebra cada año y que comienza a principios de octubre y culmina a mediados de diciembre, periodo en el que cerca de 500 artesanos ofrecen sus productos, y en particular pueden producir hasta 20 mil esferas, lo que se traduce a 250 mil pesos por temporada.
La Villa de Santa Claus
La Villa de Santa Claus forma parte de una tienda de artesanías navideñas en donde se pueden encontrar esferas, árboles, luces, llaveros, ropa y muchas otras cosas
En su interior se puede disfrutar de alimentos y bebidas en la cafetería mientras que observas lo colorida que es esta villa al momento que cae la noche inician los festivales de nieve y aparece Santa Claus.
El complejo está compuesto por cabañas tipo suizo de colores llamativos y llenos de luces que recrean un espacio navideño.